11.

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Capítulo 11.

Los días pasan y mis deseos de estar con Niall también. Nuestro encuentro en su habitación cambió algo dentro de mi, no me siento igual, soy la misma cuando me miro en el espejo, pero me siento diferente.

No puedo dejar de mirarlo cuando está dando vueltas por la casa, cuando está con papá arreglando el mundo sentados en el sofá, cuando estamos cenando todos juntos. Sé que él también me mira, la mayoría del tiempo lo descubro mirándome y sonrojándose por darme cuenta.

Mis pensamientos me arrastran una y otra vez a esa mañana donde estuve en su habitación: El sabor de sus labios, el cálido roce de sus dedos en mi piel. Deseo volver a estar así con él, lo deseo tanto que me duele.

Cuando nuestras miradas se encuentran, puedo ver la frustración en sus ojos, y en cuán ciertas son su palabras. Esto no es vida, añorar su cercanía todo el tiempo y que no pueda tocarlo es frustrante. Por las noches, cuando estoy decidida en ir a su habitación, termino echando marcha atrás, solamente por el pánico que siento de que mamá o papá nos descubra.

Él tampoco viene a mi, y es ahí cuando el temor de que esto se terminó, me invade. Me repito que no pasa nada, que es solo el estrés de estar en la universidad, y todo lo que conlleva el primer semestre.

Pero hoy, justo hoy me siento más ansiosa que nunca. Cuando llego del instituto, mi ánimo está por el suelo, me he peleado con un profesor, le grité a Lily sin motivos y el calor sofocante del verano que aún no se marcha, me vuelve loca.

-¡Has llegado al fin!.—Dice mamá cuando me ve traspasar la puerta. Ella está sonriente y llena de vitalidad.

-Hola.—Digo dejando mi mochila sobre el sofá. Ella examina mi rostro por algunos segundos, notando mi estado de ánimo.

-¿Está todo bien?.

-Sí, es solo el calor.—Es más fácil echarle la culpa al calor que tener que explicarle todo lo demás.

-Ven acompáñame.—Me pide.

Juntas entramos en la cocina. Me siento en un taburete mientras ella me sirve un poco de agua con hilo y algunas frutas picadas en un plato. De un solo sorbo me tomo el agua sintiéndome menos acalorada.

-¿Donde están ellos?.—Le pregunto.

-Tu padre esta en una excursión con sus estudiantes. Lo dijo ayer en la cena ¿Recuerdas?.

No lo recuerdo. Estaba tan concentrada mirando a Niall que jamás le presté atención al tema de conversación.

-Sí, si me acuerdo.—Miento.—¿Y niall dónde está?.

-Dónde Louis, tenían un montón de guías que estudiar, no creo que llegue temprano hoy.—Me dice.—Mi turno comienza a las ocho Grace, dejé la cena en la nevera, come cuando sientas hambre, no los esperes, ya sabes como es bobby cuando tiene excursiones, y niall está hasta el cuello con los exámenes.

-Está bien, cuando tenga hambre comeré algo, no te preocupes mamá.—Le digo.

-¿Cómo estuvo tú día?.

-Bien, todo bien.—Le sonrío.

-Me alegro mucho. ¿Tienes hambre ahora?.—Me pregunta y yo niego.—Iré a preparar mis cosas entonces.

-Y yo me daré un baño.

-Come fruta, te sentirás mejor.

Si, supongo que si.

[...]

Mamá se marcha a su turno en el hospital al rededor de las siete de la tarde, por lo que me quedo sola en casa. Decido ocupar este tiempo para terminar los estúpidos ejercicios de matemáticas que no hice la semana pasada, y por la cual terminé discutiendo con mi profesor.

𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora