𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

54.

Capítulo 54.

Niall.

Grace me pide un tiempo a solas cuando termino de contarle la historia de Mamá y el tío Nick. Quisiera poder sanar el dolor que siente su corazón, pero solamente puedo verla sentada en una de las sillas que están afuera en el balcón.
No me quedo lejos de ella, y es que estúpidamente siento que podría lanzarse del quinto piso.
Ella está llorando otra vez, lágrimas descienden por sus mejillas y me siento tentado de ir abrazarla.

Quiero volver a decirle que todo estará bien, pero no sé qué tan ciertas puedan ser mis palabras. Grace todo el tiempo ha hablado del futuro, ella desea hijos, y yo no puedo dárselos. Y me siento miserable por eso.
Sí no fuera tan egoísta le diría que esto puede terminar, que ella puede seguir su vida sin mi y buscar a un hombre que si pueda darle aquellos niños que ella desea tener cuando sea mayor. Pero el solo pensamiento me da náuseas, me llena de ira y celos, porque la amo, la amo tanto que mi egoísmo no me importa.

-Deberías entrar, hace frío. —Le digo.

Ella asiente y se levanta. Ella rehúsa mi mirada cuando pasa por mi lado entrando en la habitación. No quiero preocuparme, pero lo hago, temo que ella cambie de opinión y que realmente si le importe nuestro parentesco. Temo que ella decida por los dos y termine con lo nuestro a pensar de que me dijo que no le importaba.
Supongo que su cabeza debe ser un mar de pensamientos confusos y aún siente que no sabe exactamente qué deberíamos hacer con respecto a nuestro futuro juntos.

-Es tarde, deberíamos dormir. —Me dice y alza sus ojos hasta mi. Ojos verdes heridos, aterrados y llenos de preocupación.

-Sí. —Murmuro.

Cierro las persianas a pesar de que no es necesario. Cuando miro a Grace ella está quitándose la falda del instituto. Por algunos segundos la observo y decido desviar la vista, como si ella necesitara privacidad a pesar de que conozco su cuerpo de memoria.
Sentándome en el otro extremo de la cama me quito los zapatos, calcetines y mi jeans. Ninguno habla, ni siquiera un suspiro o una respiración pesada cuando nos acostamos.
Ella no se acerca a mi cuerpo como lo ha hecho desde siempre, la veo darse la vuelta dándome la espalda. Me duele el corazón, siento que ella tomo su decisión y no me quiere cerca. Quizás pensar tanto tiempo en el balcón la hizo entrar en razón, la hizo aclarar sus ideas y ahora siente que ya no podemos estar juntos.

-¿No vas abrazarme? —Me pregunta varios minutos después, donde mi cerebro sólo piensa en lo miserable que es todo esto.

-¿Cómo? —Pregunto confundido.

-Abrázame. —Me pide apenas en un susurro.

Me arrastro bajo las mantas inmediatamente. Al parecer solo eran suposiciones estúpidas que estuve creando en mi mente. Envuelvo mis brazos alrededor de su cintura mientras que mi cuerpo se amolda al suyo.

-Dime que estás pensando. —Le pido.

-En Mamá y el tío Nick. —Ella suspira. —Ella debió sufrir mucho cuando él murió.

-Sí. —Concuerdo plenamente con ella.

-También pienso en Liliane. —Sigue diciéndome. —Ahora entiendo porque papá nunca la mencionaba delante de Mamá. Debió ser difícil para ella no responder mis preguntas cuando era más pequeña ¿Lo recuerdas?, papá me pedía no hablar de mi madre biológica.

-Sí lo recuerdo. —Digo. —Y tú siempre has sido una buena chica, nunca fuiste insistente.

-Sí lo hubiera sido, quizás nos hubieran dicho la verdad. —Me dice. —Sabríamos que somos parientes... —Ella se detiene y vuelve a suspirar. —No sé si me hubiera permitido poner mis ojos en ti, quizás sí, no sabría decirlo. ¿Qué hubieras hecho?