28.

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Capítulo 28.

3 días después.

Los calmantes que acaban de administrarme han disminuido el dolor, pero no lo suficiente. El médico acaba de marcharse y según sus palabras he logrado superar la parte más difícil.
En mi costado, bajo la cicatriz de la operación tengo instalado un drenaje que está sacando los excesos de líquido infectado.
En otro momento de mi vida hubiera dicho que estoy exagerando y que el dolor en mi vientre no era la gran cosa, pero antes de la operación sentía que estaba muriendome, de hecho quería morir debido al dolor intenso.
Nunca había experimentado nada similar, nisiquiera cuando casi me rompí el tobillo cuando pequeño.
Ahora no duele tanto, pero sé que es debido a los calmantes que me han administrado. El drenaje es la parte más difícil.

Mamá está justo aquí y no dejo de mirarla, está hablando por teléfono con papá y viendo la posibilidad de que Grace pueda entrar a verme. Al estar embarazada es riesgoso, sobre todo por la cantidad de virus que abundan en un hospital.
Sin despegarse el móvil del oído se acerca y me acaricia y peina el cabello hacia atrás. Es reconfortante y es imposible no cerrar los ojos.

-¿Cuando podré verla? —Pregunto cuando ella finaliza la llamada.

-Quieren esperar un día más, tal vez mañana.

-No —Me quejo —Es demasiado.

-Niall, ya te expliqué que es riesgoso. Dijiste que lo entendías.

Por supuesto que lo hago, pero estoy de pésimo humor debido al dolor del drenaje y quiero ver a la chica que amo para sentirme mejor. Sé que está mal, pero en mi débil estado me siento demasiado vulnerable sin ella.

-¿5 minutos? —Susurro.

-Cariño, te estás comportando como un bebé —Se queja pero sus ojos son risueños mientras me observa —Hablaré con el doctor, pero créeme, 5 minutos son 5 minutos ¿Entendido? No quiero quejas cuando el tiempo se acabe.

-Sin quejas —Prometo y ella besa mi frente.

Ahora que me he salido con la mía me siento mucho mejor, de ánimo al menos, porque me siento muy débil.
Mamá sale de la habitación para ser sustituida por la enfermera Vicky. Al verme sonríe dejando una sopa de pollo delante de mí. Oh no, esto debe tener un sabor horrible.

-Está buenísima —Dice al notar mi expresión —Bueno, no tanto pero debes comer.

Acercándose acomoda mis almohadas hasta dejarme en una posición cómoda y luego acerca la mesa de apoyo.

-Quiero nugget de pollo, papitas fritas y una coca cola con harto hielo, por favor —Le pido y en mi estado deplorable, sonrío con galantería.

-Buen intento, pero no —Se ríe —Nada de alimentos sólidos por el momento. Así que por favor, tomate toda la sopa, te hará bien.

Suspiro.

-¿Cuando me sacarán el drenaje? No puedo moverme y no quiero hacer pis en un orinal, es incómodo y siento que pierdo mi dignidad.

-Te lo diré cuando comiences a comer —Dice, y luego comprueba el líquido acumulado en el colector —Se enfriará y el sabor se pondrá peor.

-No eres una buena enfermera Vicky, si lo fueras me animarías, dirías que está muy buena.

Ella se ríe y las arrugas se marcan en los costados de sus ojos. Me atrevo hablarle así porque la conozco desde que era pequeño, es compañera de trabajo de mamá y estoy muy agradecido de que sea ella quién esté cuidándome.
Tomando la cuchara, comienzo a tomarme la sopa sin sabor.

-Lamentablemente, tendrás el drenaje al menos una semana más —Dice y suelto algo parecido a un quejido —Debemos asegurarnos que el líquido infectado desaparezca en un cien por ciento.

𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora