𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

37.

Capítulo 37.

Las suaves caricias de Niall logran aplacar poco a poco la tristeza en mi corazón. El roce de sus labios contra mi cuello y cada rastro húmedo que deja después de besarlo logran avivar mi sangre.
Prometí ser muda esta noche, pero después de nuestro escandaloso encuentro en la playa es sumamente difícil. Aún así, me las arreglo para cumplir mi promesa.

-No puedo desnudarte, pero supongo que es solo un detalle ¿Verdad? —Susurra mientras levanta mi larga camiseta hasta mi pecho, dejando mis senos expuestos.

-Por esta noche sí, solo un detalle. —Susurro de vuelta.

Él sonríe mientras se mete entre mis piernas, con su entrepierna presionando mi pelvis. Su boca busca la mía y comenzamos a besarnos, sus labios se mueven con suavidad, capturando cada detalle y cada suspiro que se escapa entre mis labios cuando se frota contra mi, haciendo que su miembro se endurezca bajo la fina tela de su bóxer.
Sus dedos curiosos acarician mi piel, de norte a sur.

-¿Me amarás siempre Grace? —Me pregunta de repente.

-Por supuesto, toda mi vida.

Él no me responde. Sus labios comienzan a trazar un camino imaginario por mi cuello, mis senos y mi estómago, dejando la húmeda de su lengua tras cada caricia.
Sé lo que hará, y mi cuerpo está anhelante.
Su aliento caliente roza mi piel, me hace sentir eufórica y con una sensación tan agradable que se aloja en lo más profundo de mi vientre.
Su nariz acaricia mi monte de venus sobre la tela de mi braga, y siento que me falta la respiración.

-¿Ansiosa? —Susurra y deposita un suave beso

-Sí.

-Yo también.

Con la habitación casi en penumbras, él se incorpora para quitarme las bragas. Cuando vuelve a meterse entre mis piernas, es su lengua la que comienza a deleitarse con aquella parte de mi cuerpo.
Me arqueo involuntariamente al sentir como todo el calor se centra allí, y una ola de placer embarga todo mi ser.
Mi pecho sube y baja rápidamente al tener una respiración casi supercial.
Mis manos acarician su cabello y mis caderas se mueven presionando contra su boca buscando poder sentir un placer mucho más grande.
Puedo sentir la humedad de mi feminidad cuando él introduce un dedo y luego otro más en mi interior y comienza a moverlos sin piedad.

Mi cuerpo se arquea una vez más preparado para lo que ocurrirá a continuación, puedo sentir mi corazón latir frenético. Mis manos dejan su cabello para poder sostener las sábanas a mis costados, porque su el sonido que ejerce su lengua y sus dedos en mi interior me encienden de una manera que no puedo explicar.
La excitación crece dentro de mí y al final me dejo ir en un orgasmo que debo silenciar inmediatamente. Puedo sentir como las paredes de mi interior se contraen sintiendo incluso como succionan los dedos de Niall, los que aún continúan moviéndose más suavemente, dándome el placer de sentir las últimas sensaciones de este espectacular orgasmo que se niega a marchar.

Estoy segura que si decidiera continuar estimulandome tendría otro más, y aunque me gustaría que fuera así, sé que no disponemos de todo el tiempo. Es por eso que él retira sus mojados dedos de mi interior y vuelve a mi.
Niall nos cubre con la sábana y comienza a besarme, puedo sentir el sabor de mi feminidad cuando su lengua busca la mía y no puedo evitar pensar en lo erótico que es todo esto.
Mis dedos curiosos también desean acariciar su piel, es por eso que deslizo mi mano sobre su estómago alzando su camiseta, su cuerpo se contrae y su boca se detiene inmediatamente al notar el rumbo que estoy siguiendo.

Atento y tan anhelante como yo hace minutos atrás, él espera. Su aliento caliente choca sobre mi cuello mientras siente como la palma de mi mano se posa sobre su erección. A través de la fina tela de su bóxer lo acaricio, Niall gime cerca de mí oído y empuja sus caderas frotándose contra mi mano.
Por cada segundo que pasa, más se endurece y más caliente puedo sentirlo.
A pesar de mi poca experiencia, él disfruta de mi toque, y lo hace mucho más cuando decido bajar su bóxer, dejando libre su erección.
Me encanta su suavidad, anhelo mucho llevármelo a la boca.