43.

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Capítulo 43.

Mi felicidad es mezclada con la inmensa tristeza que siente mi corazón. Los pensamientos en mi mente están dispersos, quiero llorar hasta sentirme seca por dentro, pero él está aquí aún, dándome la espalda en este cuarto de hotel.
Su respiración es lenta mientras duerme. El reloj de pared me informa que serán pronto las ocho de la mañana.

Lentamente me deslizo a su lado. Debería permitir que duerma un poco más, pero mis dedos pican por tocarle, quiero aprovechar cada minuto que estaré a su lado.
Nuevamente el sentimiento de agonía vuelve a mi pecho, no voy a llorar, no voy a llorar.

Mis manos abrazan su cintura y él se estremece. Me mantengo quieta durante algunos segundos y Niall vuelve a dormir plácidamente.
Los vellos que nacen en la parte baja de su estómago pican en mi mano, pero no me detengo, continúo acariciando su vientre mientras mis labios besan su espalda suavemente.

Un nudo se forma en mi garganta aunque intento evitarlo. No quiero que se vaya, no quiero que se aparte de mi, mi vida no será igual.
Desde que nací que ha estado cerca de mi, y no puedo imaginar un mundo donde él esté lejos, no importa que sea por un tiempo. Quiero quedarme aquí, justo ahora y que este momento sea eterno.
Mientras me dejo arrastrar por la tristeza siento su mano posarse sobre la mía.
Está despierto. Niall se gira lentamente y me ve con un montón de lágrimas en los ojos que intenso sacar rápidamente.

-Ven aquí. —Susurra con voz rasposa y perezosa, mi favorita.

Sin decir una palabra mis brazos envuelven su cuello, lo aferro entre ellos como si se fuera a desvanecer en cualquier momento.
Nuestros cuerpos están desnudos, mis senos se aplastan contra su pecho provocando que mis pezones se endurezcan. Siempre tengo fiebre cerca de él, siempre anhelo su toque, siempre anhelo que me tome y me haga el amor.
No sé si esto será igual para las demás personas, pero para mí funciona así, para nosotros funciona así.

-Lamento haberte despertado. —Le digo después de varios minutos en silencio.

-No pasa nada mi amor. —Susurra buscando mi cuello. Él reparte suaves besos y caricias antes de volver a mirarme.

Una de mis manos se desliza por su mejilla, su mentón y su pecho donde una pequeña capa de vellos comienzan a crecer.

-Eres todo un hombre. —Susurro y él sonríe.

-Creí que ya te habías dado cuenta de eso. —Bromea.

-Sí, por supuesto que lo sé.

Él me sonríe.

-Quisiera que la tristeza de tus ojos desapareciera.

-Estaré bien. —Le aseguro mientras continúo acariciado su pecho, su cuello, su hombro y termino nuevamente en su mentón donde una pequeña barba comienza aparecer.

-Me duele el alma verte así. —Dice y suspira.

Le sonrío y beso su mentón.

-Estaré bien, solo me gusta mirarte. Eres precioso. —Digo acercándome otra vez. Sus labios son suaves cuando se unen con los míos.

-Cuando lleguemos a casa, vete a tu habitación. —Me pide. —Anoche tenía un montón de llamadas perdidas de mamá, lo más probable es que tengamos una discusión. Además, no les he dicho que me iré, así que será un poco difícil.

-Pero quiero estar a tu lado.

-Lo sé, pero puedo controlar esto. —Me dice. —Papá es ajeno a todo, quizás mamá decida abrir la boca y él escuchará, lo mejor es que no estés, miento mejor que tú.

𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora