𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

34.

Capítulo 34.

Niall.

Ver la sonrisa de Grace después de finalizar un largo día de estudio es muy reconfortante. Mientras termino de bajar los últimos escalones para unirme a ella, no puedo evitar darme cuenta lo pequeña que se ve con su uniforme del instituto y esas dos largas trenzas que estoy seguro que Lily le hizo y ella no se negó.
Tengo muchos deseos de besarla, de tomarla entre mis brazos y decirle lo mucho que me gusta.

-Hola. —Pero solo puedo darle un saludo casi cordial, sin ninguna muestra de cariño.

-Hola. —Me responde ella y vuelve a sonreír.

-Perdón por hacerte esperar, mi profesor necesitaba ayuda. ¿Viste a Louis? Le pedí a él que te dijera.

-Sí, hace unos minutos nos encontramos. —Me dice. —Entonces ¿Nos vamos? —Me pregunta e inmediatamente comienza a caminar sin esperar mi respuesta.

Juntos cruzamos la calle en silencio. Mientras nos acercamos a la parada del autobús ella mira pensativa hacia cualquier parte, menos a mi.

-¿Cómo estuvo tu día? —Le pregunto y ella se gira para mirarme.

-Aburrido, contaba las horas para salir allí. —Me dice y yo le sonrío, también conté las horas, la echaba mucho de menos. —¿Quién es la chica que venía junto a Lily?

Ella me observa seria. Bien, supongo que debió haber notado la cercanía innecesaria de Megan, intenté no pensar en eso, no darle importancia porque simplemente es una chica que está encaprichada conmigo, o eso dice Louis.

-Megan. —Le respondo un poco preocupado por su reacción. Ella no deja de mirarme.

-Megan. —Repite. —¿La chica con la que tendrías una cita falsa? —Asiento avergonzado por tener que recordar eso. —La chica que te buscaba, osea te busca.

Está molesta. Sé que intenta no estarlo, su voz es suave pero firme, y sus grandes ojos verdes no pueden mentirme.

-No significa nada, ella solo está... ¿Encaprichada conmigo? —Digo. —Solo intento no ser descortés e ignorarla, Lily es mi compañera y ellas son amigas.

-Ya veo. —Musita y desvía la vista.

Quiero abrazarla, decirle que la amo solo a ella, que mi atención, mi tiempo, mi alma y todo es para ella, para nadie más, pero no puedo hacerlo. No con otros estudiantes de mi Universidad en la parada del autobús a unos escasos metros.
Estos son los momentos en que odio todo esto, no poder actuar como una pareja normal que está tendiendo una discusión.

-Oye. —La llamo y tomo una de sus trenzas. —Mírame.

Ella se resiste, no quiere hacerlo, pero al final termina girando su rostro una vez más en mi dirección.

-Ella quería besarte. —Me dice apenas en un susurro.

-Y yo solo quiero besarte a ti. —Respondo de la misma manera, casi inaudible.

-La odio. —Me dice y por su semblante sé que está hablando enserio.

-Grace... —Susurro y ella desvía la vista.

-Viene nuestro autobús. —Ella se aleja para hacerlo detener.

Como nuestro trayecto es corto nos quedamos en pie, ella al frente mío. No hablamos mucho, ella me mira de vez en cuando, y sé que está molesta y celosa.
No puedo enfadarme por eso, yo también me sentí así cuando ese imbécil de Oliver la invitó a salir.
Así que, es por ese motivo que juego con sus trenzas mientras avanzamos, y le sonrío con la esperanza de que también me sonría.
Pero su rostro está serio, Grace es así, cuando algo le molesta es difícil hacerla cambiar rápido de estado de ánimo.