27.

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Capítulo 27.

Grace.

Han pasado cerca de quince minutos desde que Niall fue ingresado a la sala de emergencias y aún nadie nos dice nada. Mucho personal de salud corre de un lado a otro atendiendo a las personas, pero nadie nos dice que está pasando y si mi amor está bien.
Lo único que puedo hacer en este momento es llorar y llorar, rogando a todos los Dioses que él vuelva a mi lado.

-Grace, debes calmarte, por el bebé —Me pide mamá —Niall estará bien, solo debemos esperar al médico de turno.

-Pero lleva mucho tiempo, demasiado tiempo allí adentro ¡Y nadie nos dice nada! —Grito angustiada.

-Solo ten paciencia —Papá me abraza y me consuela —Dime una cosa ¿No lo viste mal?

-Él me había dicho que se sentía mareado y con muchas náuseas, pero nunca mencionó que lo dolía el estómago —Le explico —Y luego estaba pálido, sudoroso... —Vuelvo a derramar más lágrimas —No sé papá, no sé porqué no me dijo nada. Me duele mucho, no lo quiero perder.

-No digas eso, nena —Mamá se acerca y me acaricia el cabello —Él no se irá a ninguna parte, solo relájate por favor.

Asiento al mismo instante que las puertas del acceso restringido se abren una vez más.

-¿Los familiares de Niall Horan?

¡Oh, Dios mío!

-Somos nosotros —Habla papá.

-Hola, soy el doctor Burke, el médico de turno.

-Por favor, díganos como está mi hijo —Le pide mamá entre sollozos.

-Niall ha sido sometido a una serie de exámenes y radiografías para encontrar el motivo de su dolor abdominal, y el resultado de este es una peritonitis. Según su historial médico descartamos que haya sido provocado por alguna enfermedad de base —Nos explica —... La radiografía arrojó el rompimiento del apéndice y la liberación de bacterías en la cavidad abdominal. Él nos contó que había estado sintiéndose con malestar desde anoche, lo que provocó que se agravara su estado de salud.

-Oh Dios mío ¿Pero él estará bien? —Pregunto y él me observa.

-No puedo asegurarlo, pero haremos todo lo que está en nuestras manos. Los pasos a seguir son los siguientes, él será sometido a una operación quirúrgica de urgencia para evacuar el líquido abdominal acumulado a causa de la inflamación que él tiene en este momento. Le hemos administrado antibióticos que deberían evitar la infección, pero su estado continúa siendo crítico —Nos dice —Los síntomas que el arrojó debió ser para una apendicitis operable, pero al tardar demasiado, se agravó y se transformó en una peritonitis.

-¿Cuál es la probabilidad de que sufra una infección de acuerdo a los exámenes realizados? —Pregunta mamá, ella es enfermera y sabe sobre esto.

-Muy alta, pero ahora está controlado.

Él continúa hablando, explicando las complicaciones que Niall podría presentar incluso en la operación y aunque intento mantener la calma por el bebé que crece en mi vientre, continuo llorando y rogando para que la operación no presente ninguna complicación y tampoco se agrave su estado de salud. No entiendo porqué calló, el porqué se mantuvo en silencio, esto podría haberse evitado, si bien hubiera necesitado una operación por apendicitis, jamás hubiera empeorado como ahora.
Cuando el doctor se marcha, mamá me explica que la operación durará como mínimo dos horas y que debería ir a casa para cambiarme ropa y volver después, pero me niego hacerlo. No me iré a ningúna parte, me quedaré con él. Así que, después de recibir sus pertenecias nos trasladamos a la sala de visitas, donde nos encontraremos con el doctor para nuevo diagnóstico.

𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora