16.

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Capítulo 16.

Niall.

Me quedo mirándolo. Preso del pánico salgo fuera de la habitación y cierro sin soltar la manilla, la aferro a mi mano sintiendo incluso dolor.
Un silencio instantáneo llena toda la casa mientras mi padre me observa realmente impactado por lo que acaba de ver.

-¿Hay una chica en tu habitación Niall?.—Me pregunta otra vez, su voz mesclada con rabia, sorpresa y un poco de decepción.

Mi mente rápidamente comienza a crear un plan, pero nada bueno viene a mi. Estoy realmente sintiéndome asustado, al borde de la histeria por no poder sacar la voz. Esto se acabó, nuestra historia terminó aquí, no hay nada más que pueda hacer.

-Papá yo...—Hasta que algo se me ocurre.—Lo siento, debí decírtelo.

-Niall por el amor de Dios.—Me responde llevándose las manos hasta la cabeza. Él camina por el pasillo hasta el salón.—¿Tienes una novia?.

-Algo así.—Digo. Él no me creerá, no me creerá JODER.

-¿Algo así?.—Repite.—¡Es o no lo es!

-Estamos saliendo papá. De verdad lo siento, no volverá a ocurrir, anoche quería decírtelo, pero se hizo tan tarde, de verdad lo lamento, no se lo digas a mamá, tú sabes como es ella.—Digo tan rápido que siento que apenas puede entender mis súplicas.

-Por supuesto que no se lo diré.—Dice molesto, muy molesto. Siento que en cualquier momento querrá verla.—Niall...mira, escucha.—Continúa el diciendo.—Yo también fui joven, entiendo que estés pasando por una edad donde desees estar con una chica ¡Pero no aquí en casa maldición!.—Dice perdiendo los estrivos.

-¿Y entonces donde papá?.—Me hago el ofendido.—No tengo dinero, no tengo donde... Donde estar.

Él me observa. Piensa en lo que acabo de decirle.

-Está es una casa decente. Si quieres estar con una mujer, busca un trabajo, paga un hotel y ya está Niall, eso hace un hombre cuando desea estar con una mujer.—Siento que si pudiera golpearme, ya lo estaría haciendo.—Espero que esto no vuelva a ocurrir, si quieres tener novia, hazlo, traela a casa, la conoceremos, cenaremos juntos y después como un caballero la vas a dejar a su hogar ¿Entendido?.

-Sí papá.—Digo sintiéndome avergonzado. Como si esa  chica realmente existiera.

-¿Te estás cuidando al menos?.—Mis mejillas comienzan arder.

-Sí.—Digo. Es más fácil decirle eso a tener que explicar que no he incursionado profundamente en esa área.

-Está bien. Me iré, estoy sumamente atrasado. Que Grace no se entere, no dudará en decírselo a tu madre.

-No te preocupes, la sacaré antes que Grace se de cuenta.—Digo.—Y lo siento, no quiero que te sientas decepcionado, solamente no pensé lo que estaba haciendo.

-Me quedaré con que yo también fui joven alguna vez.—Me dice y niega con la cabeza.—Nos vemos en la tarde.

-Adiós, nos vemos.—Digo y lo veo salir de casa.

El alma no me vuelve al cuerpo. Me siento en el sofá notando como mis manos aún están temblando, estoy aterrado, con el pánico aún en mis venas, sintiendo como el corazón me late frenético bajo la piel.

-Niall.—La voz de Grace viene a mi desde atrás.

No puedo mirarla. Me llevo las manos a la cabeza e intento calmar mis pulsaciones. Papá casi nos ve, casi se da cuenta de todo, maldita sea esto no puede seguir así, no puedo seguir con esto, terminará volviéndome loco.

Ella intenta tocar mi brazo pero la aparto de mi. Me levanto y me alejo lo más que puedo. Necesito pensar, las ideas están dando vueltas en mi cabeza y no sé qué hacer.

-Niall, todo estará bien.—Me dice ella con tranquilidad.

-¡No digas estúpideces por favor Grace!.—Le grito incapaz de poder contenerme.

-¿Por qué la tomas conmigo?.

Me quedo mirándola.

-No podemos hacer esto.—Digo aterrado.—No resultará, no resultará.

Puedo ver sus ojos, la decepción en ellos, en como se cristalizan al escucharme. Esto es por tu bien Grace, no quiero quitarte a tu familia, no lo mereces.

-Prometiste estar conmigo, siempre.—Susurra al borde de las lágrimas.

-Lo siento no debí decir eso, lo lamento mucho.—Digo implorando que ella pueda perdonarme.

-Niall, sólo cálmate. Lo que pasó te alteró demasiado, pero todo estará bien, estaremos bien.—Me dice acercándose a mi.

-Grace, no entiendes.—Le digo sintiendo un nudo en la garganta.—Él estará pendiente de mi todo el tiempo, solo podemos vernos y estar juntos por las noches y ahora eso nos lo han quitado.

-Encontraremos la manera de estar juntos en otros momentos, pero no renuncies a mi, por favor Niall, te necesito.—Ella se acerca un poco más, y aunque quisiera abrazarla y decirle que todo estará bien, sé que no es así.

Nos hemos arriesgado mucho. Es estúpido creer que no notarán que algo está pasando, quiero con todas mis fuerzas poder seguir adelante, pero esto es mucho más fuerte, me arrastra hasta la desesperación.

-Ve a cambiarte, debes ir a clases.—Le pido.

-Dime que estamos bien, por favor.—Ella acorta la distancia entre los dos, pero me alejo.

-Necesito estar solo Grace.—Le pido.

No vuelve hablarme. Ella desaparece por el pasillo y yo también. Me encierro en la habitación con las enormes ganas de llorar, de gritar y destrozar todo lo que tengo a mi alrededor.

No puedo ir a la universidad así, necesito salir de esta casa. Necesito tomar aire fresco, aclarar las ideas en mi mente.

[...]

Me pierdo casi toda la mañana en el parque, y en la Bahía. Corro mucho, por momentos me siento bien, puedo sentir el aire frío golpear mi rostro y nada más, pero cuando me detengo, cuando me siento y vuelvo a mi realidad, siento como si me estrellara en un pared en movimiento.

Amo a Grace, como nunca he amado a una mujer. La deseo todo el maldito tiempo, cuento las horas para volver a casa y estar a su lado. Nuestros momentos de felicidad son pocas horas en las noches, donde solo debemos estar quietos y sin meter mucho ruido para no ser descubiertos.

¿Ella merece todo esto?, no. Ella merece algo mejor, es una buena chica que merece a alguien que pueda sacarla a pasear, que pueda tomar su mano libremente. Que pueda besarla delante de todo el mundo sin temer que alguien podría decirle que son unos malditos enfermos.

Debo permitir que ella tenga una vida normal y no llena de sufrimientos, que es lo único que puedo ofrecerle. Es ridículo y descabellado creer que podríamos soportar años hasta llegar a nuestra adultez e independencia para poder estar juntos.

Nadie puede soportar tanto, nadie puede aguantar tanto. Somos frágiles, somos humanos que necesitamos afecto, no podemos vivir siempre dentro de una caja de cristal creyendo que todo estará bien, que nuestro mundo es color de rosa cuando no es así.

Grace merece a alguien mejor.

Nunca me había sentido tan mal en toda mi vida, nunca había experimentado esta sensación de perdida. Nunca había sentido tanto dolor. Dentro de los miles de habitantes en el mundo, me enamore de ella, con la única persona que no puedo estar.

𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora