31.

2K 143 143
                                    

Capítulo 31.

Nunca me cansaré de creer con todo mi corazón que Niall es el hombre más hermoso que he visto en mi vida. Esta es la primera vez que podemos compartir una ducha juntos y me siento fascinada.
Jamás podríamos haberlo echo en casa, es por eso que disfrutamos de este tiempo, en este momento cada segundo cuenta.

-Tus labios ya no están azules. —Le digo y él sonríe mientras corta la llave del grifo.

-Realmente estás loca Grace. —Me dice divertido. —Y yo soy un imbécil que va detrás de ti.

No puedo evitar sonreír.

-¿Pero te has divertido?

-Sí, por supuesto. —Responde con una enorme sonrisa. —Vamos afuera, te prepararé un café.

-Creí que íbamos a besarnos. —Digo sin poder dejar de sonreír.

-Uhmm, te daré solo un beso. Ese es tu castigo. —Me dice y sin esperar una respuesta se acerca.

Sus manos envuelven mi cintura y sus labios rozan los míos suavemente durante algunos segundos, solo para provocarme. Intento acercarme aferrando mis brazos en su cuello pero él se aleja.

-Oye, bésame. —Le pido con la voz más triste que puedo emplear, él se ríe.

-Recordé una cosa. —Me dice. —No podré darte solo un beso Grace, y no es justo.

-¿Porque no es justo?

-Porque es tu castigo. —Bromea.

-¡Niaaall, mi amor ¿Solo uno?! —Su risa es mucho más grande al escucharme tan desesperada.

-Dímelo otra vez. —Me pide. Todo rastro de humor desaparece.

-Mi amor. —Susurro. —Mi único amor.

Él sonríe y me toma entre sus brazos, pienso que me besará, pero él me saca del baño y nos mete dentro de una habitación. Con sumo cuidado me deja sobre la cama y luego se mete entre mis piernas.

-¿Quién duerme aquí? —Le pregunto mientras su boca ataca mi cuello, lamiendo y mordiendo provocandome miles de sensaciones.

-No tengo idea. —Susurra acercándose a mi boca. —¿Importa realmente? —Pregunta un tanto agitado, yo niego.

Tiene razón, no importa en absoluto. Mis brazos envuelven su cuello y comenzamos a besarnos. Nuestro beso inicia demandante, nada sutil y ni mucho menos temeroso de que alguien podría vernos.
Cada encuentro que hemos tenido a sido diferente, siempre una cosa llevando a la otra, pero ahora estando aquí, sabiendo perfectamente de que nadie vendrá, no podemos evitar dejar soltar toda la pasión y lujuria que nos embarga.
Jamás creí que mi cuerpo podría reaccionar de esta manera, él me ha echo sentir cosas que nunca creí que serían posibles.

Mis manos acarician su espalda desnuda, la recorren de un lado a otro mientras él hace lo propio con sus manos. Su lengua por supuesto es mucho más invasiva, ésta besa mi cuello, mis hombros y mis pechos.
De mi boca se escapa un sonoro gemido cuando sus dientes tiran de mi pezón suavemente provocando que aquella sensación llegue directamente hasta la parte baja de mi vientre.
Niall me dedica una juguetona sonrisa antes de comenzar a descender por mi estómago. Sé lo que va hacer y mi cuerpo tiembla por lo que se aproxima. Mis manos aferran las cobijas solamente para mantenerme quieta.

-¿Alguna vez tendré suficiente de ti? —Susurra sobre mi monte de venus antes de plantar un suave beso.

Quiero responderle, quiero decirle que yo jamás tendré suficiente de él, pero su lengua y todo lo que comienza hacer dispersa mis pensamientos.
Durante un rato él se queda allí, besándome, estimulando mi cuerpo y haciéndome soltar gemidos escandalosos.
Él me lleva al límite, no sólo una, dos veces.
Realmente agradezco que solo él pueda escucharme.

𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora