𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

29.

Capítulo 29.

Diciembre, 15.

Grace.

Estas últimas semanas han sido complicadas, después de aquél día en que visité a Niall y pudimos estar juntos un momento antes de aquel baño en cama que tanto lo hacía quejarse y sentirse avergonzado, no lo volví a ver, hasta hoy.
Se suponía que sería una semana la que pasaría en el hospital, pero se transformaron en tres. Fue debido a que su estado de salud no mostraba mejorías, presentó una leve infección donde yacía el drenaje y no lograba comenzar la cicatrización. Y debido a la infección, tenía fiebre y dolores de cabeza que lo mantenían con un humor horrible. Mamá se hizo cargo de él, pero ni siquiera eso lograba hacerlo sentir mejor.

Y yo estaba muy triste, porque no me dejan verlo. Era peligroso para el bebé por el grado de infecciones y virus que él mismo presentaba en esa habitación de hospital. Así que el teléfono se volvió nuestro mejor amigo, nos enviábamos mensajes, y algunas veces nos llamamos, pero no lo suficiente porque no se sentía con fuerzas para hablar.
Pero todos mis miedos y temores se desvanecieron cuando dijeron que podía volver a casa. La última semana mostró muchas mejorías debido a los antibióticos y la cicatrización de las incisiones.
Ahora está en su antigua habitación, recostado y con mejor semblante. Esto nos tranquiliza a todos, porque pronto será mi cumpleaños y también vendrá la navidad y año nuevo, no queríamos que él estuviera en el hospital.

Cuando estábamos allá, realmente creí que lo perdería. Su pronóstico no era bueno y las palabras del doctor no eran muy alentadoras para mí. Intentaba no guiar mis pensamientos hacia ese lugar donde todo se vuelve sombrío y devastador, pero lo hice. Y lloré mucho porque no podía visualizar un mundo donde él no estuviera. Mucho menos sabiendo que dentro de mí crece un hijo nuestro. Pero ya está aquí y está sonriéndome mientras me siento a su lado.
Pareciera como si hubieran pasado años desde la última vez, a pesar del buen semblante aún tiene ojeras oscuras bajos los ojos y esta más delgado.

-¿Que piensas? —Me pregunta.

-En lo mucho que te amo y te eche de menos —Él vuelve a sonreír tras escucharme.

-Y yo a ti, demasiado Grace —Susurra mirándome —Estás hermosa, preciosa... como siempre.

Acercándome, apoyo mis manos en sus mejillas.

-Tú lo estás ¿Puedo besarte?

-Sí no lo haces, me enfadaré mucho.

Ambos sonreímos mientras nos unimos en un beso que nos hace temblar. Añoraba este momento, en que sus perfectos labios se unieran con los míos. Somos delicados, es un beso suave aunque húmedo, su lengua acaricia la mía con mucha devoción y yo disfruto de cada segundo que transcurre porque me sabe a gloria. Los minutos pasan y cuando nos alejamos, sus ojos están cerrados por lo que no dudo en besar sus párpados. Él sonríe y luego me observa.

-Cuando estaba en el hospital, creí que no volvería a salir de allí —confiesa —Y estaba muy enojado porque no me dejaban verte y era lo único que deseaba. Podía sentir la muerte rondar a mi alrededor, era casi palpable. Me veía muriendo entre todos esos cables conectados a mi cuerpo y ese drenaje que no dejaba de sacar líquidos de mí, fue horrible Grace, pero no porque tuviera miedo de morir, si no de dejarte sola, con un hijo —Me cuenta y es inevitable sentir las lágrimas que se acumulan bajo mis pestañas —Sé que tienes a papá y mamá, pero sé que me amas tanto como yo te amo a ti, y no podía permitir que te quedaras sola.

-Niall... —Susurro acariciando su mejilla —Yo también tenía mucho miedo. Y la misma desesperación que sentías tú por querer verme, la sentía yo. Pero decían que era peligroso, por el bebé... —