58.

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Capítulo 58.

Niall.

Todos los días son iguales. Me levanto al amanecer, me doy una ducha, despierto a Louis, comemos cualquier cosa a la velocidad de la luz y nos vamos a la universidad. Por las tardes me voy directamente al trabajo, hago horas extras solo para llenar mis momentos vacíos.
Luke, Liam y los demás vienen a mi trabajo de vez en cuando. A pesar de que no puedo hacer descuentos, los hago igualmente cuando desean comprar algo de música.

La mayoría de mis fin de semanas los paso en alguna fiesta junto a Louis. Bebo y fumo demasiado, todo es gratis y eso me parece perfecto. No es que sea un tacaño, pero el dinero que gano en la tienda de música tiene un propósito y no puedo gastarlo en mierdas.
Siempre intento estar haciendo algo, siempre intento estar ocupado, pero los momentos de soledad son inevitable.

Sobre todo por las noches. Las noches son terribles porque debo estar lúcido. —No así los fin de semana— Hay momentos en que puedo estar horas mirando las paredes, perdido en mis pensamientos, pensando en lo que podríamos haber sido.
Sé que bloquear el dolor y no permitir sentirlo solo hará que un día explote en llanto, pero hasta ahora todo ha estado en calma. Mi autocontrol es impresionante, mucho más de lo que podría haber imaginado.

Cuando me permito extrañarla, inmediatamente imagino la vida miserable que podría darle, y todo sentimiento de tristeza y deseos de correr hacia ella retrocede. Sí, solo retrocede, nunca desaparece.
Siempre está latente, siempre está empujándome al límite. Vivo en la cuerda floja, entre dos mitades.
Si pienso demasiado, cederé.

Estos últimos días me he sentido así, casi cruzando la línea. A propósito he pasado por fuera de casa, solamente para encontrarme con ella, pero nunca la veo. Una parte de mi me dice que esta bien, que es mejor no verla, porque me conozco lo suficiente como para saber que detendría el motor de la camioneta e iría donde ella.
Pero hacerlo solo haría las cosas más difíciles, estaría volviendo atrás, estaría robando sus sueños y una vida normal para llenarla de ilusiones y de todo lo que jamás podría darle.
Cada día debo recordarme que todo esto es por ella, porque merece lo mejor del mundo. Merece la vida que desea, merece ver su vientre crecer sin sentir miedo de que podría nacer un bebé enfermo, ella merece absolutamente todo y yo no puedo darle nada, salvo sufrimiento y desgracias.

Pero incluso mientras pienso en eso, también pienso que dentro de dos días será su cumpleaños. Y no sé qué hacer.
Siempre hemos estado juntos, desde que tenemos uso de razón. Y solo imaginar su rostro destrozado por mi ausencia, me basta para querer correr a casa y decirle que no lo estará, que yo estaré allí con ella.
Pero no quiero cruzar la línea, realmente no quiero hacerlo. Podría enviarle un regalo, pero ¿Que pasa si ella está olvidándome? Solo haría las cosas más difíciles.

-Mierda. —Susurro en mitad de la noche mientras pienso en esto. Guío mi mano hasta mi cuello y rozo la cadena con ambos anillos que ella me regaló.

Es estúpido lo sé. Intento olvidar lo que tuvimos pero aún así me niego a quitarla. Intenté hacerlo un día, pero me sentí como la mierda. Me pregunto si ella aún conserva al rededor de su cuello el collar que le regale, donde prometí amarla para siempre.

Es la única promesa que me niego romper.

[...]

Diciembre 17.

Mientras caminaba el día de ayer por los pasillos del centro comercial hasta mi trabajo, me detuve en la tienda de reliquias antiguas. En realidad nada es viejo, solo está inspirado en aquella época.
Mis ojos se quedaron por varios segundos en la caja musical y la bailarina que daba vueltas.
Un pensamiento cruzó mi mente, uno donde Grace era parte. Cuando era pequeña siempre dijo que quería ser una bailarina de ballet, recuerdo que siempre me reí, porque honestamente lo hacía horrible, pero me divertía tanto, y ella se enojaba conmigo.

𝐒𝐈𝐄𝐌𝐏𝐑𝐄 𝐇𝐀𝐒 𝐒𝐈𝐃𝐎 𝐓Ú - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora