Las oscuras montañas del sol

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Mebuki estaba muy ansiosa, era lo que se conocía como una mamá gallina. No podían culparla cuando siempre había estado al pendiente de su pequeña hija, después de todo desde que le entregaron a su pequeña bebé y está le miro con esos hermosos ojos verdes que heredo de ella juro con su corazón protegerla de todo el mal que podía ofrecer el mundo.

Ella mejor que nadie conocía los peligros del mundo, en especial cuando seguían el camino de un ninja, pero mientras más pudiera tener a su hija lejos del mal sería mejor para su salud mental.

-es una Haruno, Mebuki deberías tranquilizarte esa niña es fuerte y lo sabes- Nami decidió tranquilizar a su hija- no en vano la hemos estado entrenando.

La rubia soltó un suspiro por enésima vez en el día y observó a su madre.

-hay cosas de las que aún es ignorante, no quisiera que le pasara algo debido a eso- respondió sentándose a un lado de su madre en la mesa de té.

-hice la vista gorda ante el tema del estúpido padre de mi nieta, acepte vivir con esa incógnita pero no creo que sea justo que Sakura también lo haga. Menos cuando cabe la posibilidad de que esa verdad le dé un gran giro a su vida.

La mujer observó a su madre con sorpresa. Si bien era cierto que la mujer mayor nunca indagó en la identidad del padre de su hija y su procedencia, está siempre se mostró reacia hacia la idea de que Sakura conociera más sobre su progenitor.

Al parecer Nami sabía más de lo que aparentaba.

-a veces la verdad nos hace más poderosos hija mía, no lo olvides- dijo para luego salir de la habitación dejando que su hija pensara en sus palabras.

-a veces la verdad nos hace más poderosos hija mía, no lo olvides- dijo para luego salir de la habitación dejando que su hija pensara en sus palabras

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La sangre manchó el suelo de aquel camino boscoso.

Naruto y Sasuke observaban con sorpresa como Kakashi bloqueaba el ataque de uno de los hermanos diabólicos.

-buen trabajo Sakura- felicito viendo a su alumna tumbada en el suelo quien lo observaba consternada- ve a proteger a Tazuna, yo me encargo de estos dos charlatanes.

Acatando la orden de su sensei Sakura corrió hacia sus compañeros, esquivando en el proceso al otro ninja renegado que de alguna manera se había librado de los clones de Naruto.

-por lo que parece esa espada que llevas contigo no es más que una baratija inservible.

No supo porque, pero oír como ese hombre insultaba a su espada hizo que la sangre le hirviera y mandara todo al diablo. Desviándose de su camino la pelirrosa barrió el suelo tomando por sorpresa al arrogante ninja.

Basta de juegos, se iban a enterar de lo que era capaz una Haruno.

Aún estupefacto el criminal recibió un fuerte puñetazo en la boca del estómago que lo mandó hacia uno de los árboles que rodeaban la zona, tan grande fue el impacto que esté al chocar partió en dos el árbol y al instante quedó inconsciente.

Haruno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora