En su familia sólo las mujeres eran las que buscaban ser ninjas, excepto por su tío abuelo Takahashi, pero esa es otra historia. Sus tíos estaban muy alejados de esa carrera, el tío Yoru odiaba todo lo que tuviera que ver con violencia y a su tío Yue nunca le llamó la atención ser un shinobi, a pesar de que la abuela trató de entrenarlos cuando eran pequeños.Luego nació su tía Natsu, la hija de su tía abuela Rei, todos decían que Natsu era poderosa, que superaría incluso a Rei y a la estudiante de esta, la reconocida Tsunade Senju. Pero a su tía Natsu nunca le gusto la discriminación que su clan sufría por parte de los demás y usó sus poderes de forma equivocada, la tía Rei se enojó mucho, tuvo que luchar contra su propia hija para detenerla y la desterró. Mebuki, a sus cortos trece años trató de convencer a su tía Rei de perdonar a Natsu, pero la tía abuela nunca le perdonó sus acciones a Natsu, alegando que su hija debía ser castigada bajo las ordenes de las diosas creadoras.
Nadie le contó que fue de su tía Natsu, era un tema que estaba prohibido tocar en casa, especialmente si su tía Rei estaba de visita.
El caso era que en su familia normalmente se entrenaba por algunos años a los niños del clan para que posteriormente fueran a la academia, como a los 8 o 9 años, su abuela lo hizo con su madre y su tía Rei lo hizo con Natsu. Pero su madre estaba muy ocupada con el negocio y la casa como para supervisarla durante todo el día, su abuela ya no tenía la edad para andar detrás de otra niña, sus tíos no eran opción y tía Rei estaba en uno de su viajes por el mundo.
En su joven mente no pudo evitar pensar qué tal vez su tía Natsu hubiera estado dispuesta a entrenarla, de seguro habría sido genial aprender de una mujer tan fuerte como alguna vez escucho que era su tía Natsu. Solo había visto una vez una foto de su tía, era muy hermosa, de cabello ébano y profundos ojos verdes como los suyos. Afortunadamente nadie descubrió que estuvo husmeando en las cosas de su mamá, la hubieran castigado en el acto.
Y como nadie tenía tiempo o experiencia para entrenarla tendría que entrar a la academia como todos los demás niños.
Era un asco.
No era como los demás niños, y no lo decía por su pelo color rosa o el hecho de que tenía poderes, no claro que no. Ella era diferente porque no le gustaba jugar con muñecas como las niñas de su edad u observar chicos guapos, ensuciarse en el parque le resultaba tedioso y los niños eran inmaduros, prefería quedarse en el negocio y ayudar a su madre, cuidar a la abuela, leer en la biblioteca o jugar shoji con su tío Yoru, a menudo su madre le decía que disfrutara su niñez, pero lo que su madre no entendía es que ella la disfrutaba a su manera. Aunque sus hábitos parecieran los de un anciano de 80 años...
Ahora tendría que pasar la mayor parte del día encerrada con un montón de niños que probablemente la juzgarían sin conocerla. Y tendría que usar ese tonto vestido rojo que le había dejado su madre en la cama.
-es la ceremonia de bienvenida Sakura, tienes que verte presentable.
¿Que tenía de malo su habitual sudadera verde y sus pantalones grises? Al menos con eso no parecía un personaje de película infantil. Además iba a la academia para ser un ninja no a un concurso de belleza.
-solo serán unas horas cariño, mañana podrás usar tu ropa habitual-su madre le puso un plato de arroz enfrente.
-yo pude haberla entrenado-refunfuñó su abuela.
-madre, ya hablamos de esto, te lo agradezco mucho pero no puedo abusar de esa manera de ti, debes descansar.
-mi hermana tiene razón madre, ya no tienes la edad para esas cosas-ahora hablo su tío Yoru, era muy guapo, de cabello platinado y ojos púrpuras como los de su abuelo. Era un buen escritor, había publicado uno que otro libro de poemas y una novela, un intelectual lleno de sabiduría. Lastima que no muchos vieran su talento.
ESTÁS LEYENDO
Haruno
FanfictionEl clan Haruno es considerado una burla dentro de las cinco naciones ¿porque? Pues porque rompe con todos los esquemas que la sociedad se ha encargado de imponer. En el clan Haruno los hombres no son los más fuertes, ni los que tienen la línea de...