Estrella solitaria

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Como hermana mayor, antigua jefa de su clan y comandante de las fuerzas secretas del Sereitei seguro que había tenido muchas preocupaciones en su vida; pero su filosofía siempre había sido algo más despreocupada, no servía de nada preocuparse de m...

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Como hermana mayor, antigua jefa de su clan y comandante de las fuerzas secretas del Sereitei seguro que había tenido muchas preocupaciones en su vida; pero su filosofía siempre había sido algo más despreocupada, no servía de nada preocuparse de más cuando sabía que de alguna u otra manera encontraría una solución. Sin duda tampoco ayudaba el hecho de que, desde su nacimiento, prácticamente fue una princesa para todos, los problemas eran resueltos antes de que se diera cuenta y podía hacer lo que quisiera.

Por eso no se le hizo difícil querer ayudar a su querido amigo Urahara, no pensó dos veces en dejar todo atrás... era lo que ella consideraba justo, no vio en esos momentos lo que podría ocasionar en su familia.

Sus padres ya estaban muertos, pero tenía todo un clan detrás de ella; ingenuamente creyó que su pequeño hermano Kizashi podría hacerse cargo de todo, y puso una carga para la que no estaba listo sobre sus hombros.

Pero Kizashi siempre fue testarudo y de alguna forma logró sacar todo adelante, era fuerte y poderoso, cualidades que hacían sentir orgullosos a los ancianos del clan; pero detrás de todo eso aún era un chiquillo sin experiencia que la admiraba.

¿Era por eso que hizo algo tan impulsivo? Enamorarse de una humana de otro mundo y concebir una bebé... eso iba más allá de todos sus límites.

Quiso gritarle, reclamarle y darle un buen golpe para que entendiera que lo que había hecho era una locura... pero no tenía el derecho, no cuando ella misma había sido desterrada e irrumpido en pleno juicio para salvar a su amigo.

¿Era ese su castigo? ¿Ver morir a su hermano sin poder ayudarlo?

No... su castigo era otro...

Nunca estuvo hecha para cuidar niños ¿ya había mencionado que era muy despreocupada? Prefería el trabajo de campo y mantenerse en su forma gatuna para desaparecer por días enteros. No era una cualidad muy buena para hacer de guardiana de su sobrina.

Solo se había ido unos días para una investigación que Urahara estaba haciendo y resultaba que su mocosa no aparecía por ningún maldito lado.

Si nunca se había preocupado entonces este era el momento perfecto para entrar en pánico.

-¿no lo sabías?- inquirió el capitán comandante- había estado teniendo problemas con su zanpakutō últimamente, la última vez le sugerí que fuera a buscarte dado que Kenshi no Taiyō también fue compañero de tu hermano.

-había estado algo distante en los últimos entrenamientos- agregó Unohana con preocupación- ¿no hablaste con ella?

-estuve en una misión... he estado buscándola todo este tiempo- apretó los puños- ni siquiera puedo sentir su energía...

Lo que implicaba esa situación podía ser catastrófico: Sakura podía estar en peligro por el simple hecho de portar con una técnica capaz de dormir el Hogyoku y empeoraba más aún cuando era la única que podía deshacerla.

Haruno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora