Sentimientos al borde.

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-¡¿viste eso Sakura-chan?! ¡Gane!

Naruto corrió hasta donde estaba su compañera, con sonrisa emocionada y todo. La pelirrosa asintió chocando los cinco con el rubio.

-lo hiciste genial Naruto- exclamó la pelirrosa.

-lo se- asintió el chico con pose altanera- estás viendo al próximo Hokage Sakura-chan- se señaló así mismo- ¿viste como me alababan? Fue lo mejor.

Y así, el rubio siguió hablando y hablando de su victoria, sin darse cuenta de la mueca nerviosa que hacía la pelirrosa.

-¿puedes callarte? Intentó dormir.

El perezoso Nara se levantó de su esquina, viendo a Naruto con fastidio y luego vio a la pelirrosa, al notar su actitud enarcó una ceja, estaba acostumbrado a ver a esa niña bastante emocionada, llena de energía y lista para una buena pelea.

-vamos Shikamaru, no deberías estar durmiendo aquí, en cualquier momento puede llegar el teme.

-lo que sea. Esperaba que mi pelea fuera cancelada puesto que uno de los contrincantes no llegó, pero supongo que ser un Uchiha tiene sus ventajas- parecía bastante resignado, después de todo, de cualquier manera tendría que luchar, aunque Sasuke se tardara todo el día.

-el teme tiene que llegar, ha estado entrenando muy duro para esto- Naruto veía a todos lados con preocupación, Sasuke no era de los que llegaba tarde, de seguro estaba haciendo algo muy importante.

Una pequeña mano se posó en el hombro del rubio, el cual alzó la mirada encontrándose con los ojos esmeralda de Sakura- va a llegar. O de lo contrario le haremos la vida imposible.

Naruto asintió, estando de acuerdo con esa idea.

Dos personas desconocidas caminaban por los pasillos de la arena, a simple vista no llamaban la atención de nadie, a menos de que te detuvieras a sentir la maligna energía que emanaban

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Dos personas desconocidas caminaban por los pasillos de la arena, a simple vista no llamaban la atención de nadie, a menos de que te detuvieras a sentir la maligna energía que emanaban.

-no pueden estar aquí- un ninja los detuvo, sospechando de las intenciones de esos dos.

Una de ellas se puso adelante, haciendo ademán de sacar un arma.

-tranquila Inanna- dijo la otra mujer con una sonrisa que aparentaba calma, aunque al ver aquel gesto el ninja sintió un escalofrío recorrerle. Tenía que salir de ahí para alertar la presencia de dos intrusas- solo venimos a ver la final de los exámenes, verá, mi sobrina está compitiendo hoy.

-en ese caso deberían estar en las gradas como todos los demás- comentó el ninja siendo más cauteloso- si siguen a la izquierda podrán llegar ahí.

-ya veo- dijo la mujer de la sonrisa inquietante- Gracias por su ayuda.

El ninja hizo una pequeña inclinación, listo para salir de ahí y alertar sobre su descubrimiento. Sin embargo, apenas dio la espalda, una hoz le atravesó el pecho.

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