Estaba preparado para ir por Rukia, el sombrero loco había mencionado que tenía que esperar hasta la noche por una señal que le mandaría, solo que no esperó que fuera a ser algo tan tétrico como un mensaje que parecía escrito con sangre.
-ese tipo esta loco-bufó el adolescente saltando de su cama para encaminarse a la tienda del rubio como pedía el mensaje.
Después de tener un encuentro con su padre y que este le confiara un objeto tan preciado como lo era aquel talismán que su madre alguna vez le regaló al hombre, al fin pudo irse en paz.
Y para su sorpresa ya habían más personas frente a la tienda de Urahara.
-¡Kurosaki-kun!-le saludó una sonriente Orihime junto al vallado Chad.
-te tomaste tu tiempo, Kurosaki-comentó Ishida, ataviado con sus elegantes ropas de quincy.
-¿ustedes que hacen aquí?-al peli naranja no le sentaba muy bien la idea de arriesgar a sus compañeros de esa manera, si, sabía que cada uno tenía ciertas habilidades espirituales pero él ya había enfrentado a dos shinigamis y casi no la cuenta, no quería arriesgarlos en un lugar repleto de ellos.
-¿qué no es obvio? Todos quieren ayudar a Rukia.
El grupo observó a la nueva integrante, Sakura los miró con una sonrisa de medio lado, estaba en su forma shinigami, con sus ropas alteradas a su gusto pero ahora portaba una chaqueta roja que resaltaba con el negro de su atuendo. Un gato negro saltó desde su hombro, observando fijamente al peli naranja.
-ellos también han entrenado mucho para esto, ir a la sociedad de almas no es cualquier cosa. Necesitarás toda la ayuda posible.
-¿ese gato acaba de hablar?-fue lo único que se le ocurrió a Ichigo.
-a mi también me costó acostumbrarme- mencionó Chad al ver la confusión de su amigo.
-se llama Yoruichi-informó la sonriente peli naranja-no sabia que también lo conocías, Sakura-san.
La adolescente miró hacia arriba, ahora el gato estaba sobre su cabeza- si, digamos que somos cercanos...-masculló la pelirrosa.
-¡eso es fantástico! ¡Eres como una encantadora de gatos!
Orihime siguió haciéndole preguntas sobre si conocía más gatos que hablaban. Hasta que Urahara los hizo entrar a la tienda en su no tan discreto campo subterráneo, que también sorprendió mucho a los otros chicos.
-primero que nada hay que resolver una cosa-el enigmático hombre empujó su bastón hacia el peli naranja, sacando el alma del chico abruptamente- ahora si podemos seguir- hizo caso omiso de los reclamos del shinigamis sustituto por no avisarle antes de sacarlo de su cuerpo físico.
-¡nee-san, tienes que regresar! ¡Aún no me enseñas a ser súper fuerte como tú!-exclamó Jinta, que aunque pareciera estar reclamándole a la pelirrosa se veía muy preocupado.
-Jinta tiene razón, vamos a extrañarla mucho Sakura-san- Ururu abrazó a Sakura sacándole una pequeña sonrisa.
-no tienen que preocuparse por mi, cuando menos se los esperen estaré de vuelta-exclamó con una seguridad que él mismo Naruto admiraría mientras revolvía los cabellos de los infantes-cuando vuelva haremos una excursión a la bodega de dulces de Urahara- les susurró con complicidad.
Al voltear se encontró con el ceño fruncido del antiguo capitán, el hombre adoraba sus dulces y probablemente haría un escándalo si le robaba su preciado botín, pero todo fuera por animar a los niños.
-solo quieres conseguir dulces gratis.
Siempre le sorprendía lo mucho que el espíritu de su espada la conocía.
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Haruno
FanfictionEl clan Haruno es considerado una burla dentro de las cinco naciones ¿porque? Pues porque rompe con todos los esquemas que la sociedad se ha encargado de imponer. En el clan Haruno los hombres no son los más fuertes, ni los que tienen la línea de...