El clan Haruno es considerado una burla dentro de las cinco naciones ¿porque?
Pues porque rompe con todos los esquemas que la sociedad se ha encargado de imponer.
En el clan Haruno los hombres no son los más fuertes, ni los que tienen la línea de...
-¿y bien, tienes algo que decir en tu defensa?- preguntó una muy enojada Tsunade.
La pobre pelirrosa trago saliva, había escuchado muchas historias sobre el temperamento de esa mujer, mismo que su propia madre, Mebuki, había aprendido durante sus prácticas con la Senju, aunque también tenía algo que ver con el hecho de que todas las Haruno, sin excepción alguna, eran mujeres de carácter fuerte y entrañable, pero eso era otra cosa.
Y si había algo a lo que Sakura le temía era a su madre cuando estaba enojada, no quería aventurarse a descubrir lo que la Senju podía hacerle cuando estaba enojada
Aún tenía mucho por descubrir, y muchos ninjas con los que pelear.
-¿usted se ve radiante hoy?- intentó irse por la segura, ¿qué mejor forma que adular a la mujer?
La mirada intimidante de la mujer cambió radicalmente a una más amigable- supongo que puedo pasarte tu error, pero solo por esta vez. Ahora ¿qué demonios estabas haciendo, niña?- señaló la mujer, viendo que el campo de entrenamiento había acabado siendo un desastre después de lo que sea que la chica estuviera haciendo.
-bueno, ya sabe, entrenamiento de fuerza- exclamó tocando los (casi inexistentes) músculos de sus brazos.
Tsunade pareció creerle y empezó a recorrerla con la mirada, incluso dio unas vueltas alrededor de ella.
-pareces en buena forma. Ya medí tus habilidades en las pruebas de los exámenes chunnin, así que se con que tenemos que empezar. Aquí la cuestión es, si estás preparada para esto, no soy tan blanda como Kakashi.
-entonces será más divertido- espetó con una sonrisa retadora, ya tenía a Yoruichi-san como maestra, ella si que era muy dura, sin duda podría soportar a Tsunade.
O al menos eso esperaba.
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-¿Taiyō?
-¿si, pequeña?
-recuérdame nunca volver a abrir mi bocata- se lamento mientras estaba, nuevamente, rendida en el césped. Estaba segura de que la aldea se quedaría sin campos de entrenamiento al paso que iba.
No solo tenía a Yoruichi enseñándole sobre el shunpo, y algunos conjuros raros que se llamaban kido, sino que también tenía a Tsunade sobre ella, enseñándole a controlar de mejor manera su fuerza, mejorando su taijutsu y resistencia, además de que, al parecer la mujer pensaba que podría aprender ninjutsu médico en un tiempo récord.
Hasta ahora había aprendido las bases del ninjutsu médico y tenía toda la teoría bien memorizada, pero una cosa era el conocimiento de papel y otra completamente distinta era la práctica.
Y hasta ahora no había podido revivir a ese tonto pescado con la palma mística. Había estado ahí por horas hasta que casi se le acaba el chakra.
-deberías tomar un descanso, de todos modos no es como si ese pez fuera a irse.
