Esperaba encontrarse con la luminosidad y blancura de las paredes de la enfermería, pero terminó topándose con su, ya conocido mundo mental.Para ese punto ya se había acostumbrado a esos extraños momentos que pasaba en su mente junto a su zanpakutō. Todo parecía igual, el gran castillo que alguna vez fue el hogar de sus antepasadas seguía tan brillante como siempre, igual que todo el pequeño poblado de casas y justo en medio de la hermosa comunidad estaba la esplendorosa fuente, cuya agua parecía brillar como diamantes ante el tacto del sol.
La figura elegante de Taiyō apareció frente a ella, los cabellos rubios se mecían con el viento y los ojos dorados brillaban con ferocidad.
-¿Taiyō, qué pasa?
El hombre no dijo una palabra, su figura empezó a brillar tan fuerte como el sol en plenitud, y luego una gran explosión de luz la cegó.
Abrió los ojos tratando de recuperarse de aquel estallido, y se dio cuenta de que su zanpakutō ya no estaba ahí.
Estaba en otra de esas extrañas memorias que solía tener. Más específicamente en una época en la que la casa Haruno aún no era tan vieja, de hecho veía muchas personas que reconocía por viejas fotos familiares.
Era un recuerdo de cuando aún no había nacido.
-¡Natsu-nee!
Una niña de brillante cabello dorado pasó a su lado, aparentaba unos 10 años más o menos, y los ojos verdes característicos de su familia brillaban como esmeraldas. La pequeña corrió hasta llegar a una joven unos cuantos años mayor, de larga caballera de ébano acomodada en una intrincada trenza al estilo Haruno.
Era la primera vez que Sakura veía a su tía Natsu en persona, o al menos eso creía que era ese encuentro. La joven chica sonrió con alegría al ver como la pequeña rubia corría hacia ella.
-¡Mebuki!- recibió entre sus brazos a la alegre niñita- ¿Cómo te fue en la academia ninja?
La pequeña Mebuki hizo un puchero- es aburrida, no me dejan usar mi fuerza. Y los demás niños se burlan de mi por romper todo.
Natsu alzó una ceja- algo me dice que no te quedaste callada.
Llena de orgullo, la rubia negó con la cabeza mostrando unos cuantos moretones en sus brazos como si fueran un trofeo.
-ellos acabaron peor- exclamó con orgullo.
Una gota de sudor recorrió la frente de la pelirrosa, sin duda había heredado muchas cosas de su madre.
Natsu soltó una carcajada para después revolver los cabellos de su pequeña prima.
-¿qué te parece si vamos por unos dulces, primita?
-pensé que tía Rei te había dicho que entrenarás más- cuestionó la pequeña Mebuki, inclinando la cabeza tiernamente.
-entonces será un secreto entre tú y yo- le guiñó un ojo, para después cargar a la niña en su espalda y emprender la marcha entre las risas de la rubia.
Después de que las dos desaparecieron de su vista, Sakura se vio arrastrada hasta una nueva memoria.
Ahora su madre, un par de años más grande y con la banda de la aldea de la hoja en la frente, entrenaba junto a su tía Natsu, quien ya se veía más madura y sin duda era una mujer muy bella.
Ambas daban una gran batalla, demostrando su asombrosa fuerza y destreza. Sin embargo, de un momento a otro Natsu se detuvo en seco, confundiendo a Mebuki.
ESTÁS LEYENDO
Haruno
FanfictionEl clan Haruno es considerado una burla dentro de las cinco naciones ¿porque? Pues porque rompe con todos los esquemas que la sociedad se ha encargado de imponer. En el clan Haruno los hombres no son los más fuertes, ni los que tienen la línea de...