Culpa

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-¿cuándo pensaban contarme sobre Aizen tú y Urahara?- exclamó una furiosa Haruno en la cueva escondida de Yoruichi.

Después de recuperar energías unas horas y asegurarse de que su escurridiza tía siguiera ahí decidió encararla respecto al asunto de ese capitán.

-no necesitabas saberlo, de hecho esperaba que ni siquiera tuvieras que toparte con el- explicó la despreocupada mujer.

El ceño fruncido de Sakura se profundizó- pues ¿adivina qué? lo hice, y hubiera agradecido que me advirtieras al menos sobre el- se frotó el puente de la nariz, eso sería casi imposible conociendo a esos dos, Yoruichi y Urahara eran los mejores amigos por una razón, ambos sabían bien como ocultar secretos por más peligrosos que fueran- o ni siquiera me lo hubieras dicho a mi... supongo que ya estoy acostumbrada a esto. Pero ¿qué hay de ellos? Ichigo, Ishida, Uryu y Orihime vinieron pensando que podrían salvar a Rukia, no que tendrían que enfrentar a un capitán loco que traicionó a la sociedad de almas.

-ellos querían entrar en la sociedad de almas y fue lo que se les dio, sabían que habría riesgos- contestó la antigua líder de los Shihōin- tu mejor que nadie conoces los riesgos que implica una misión cómo está y que puede haber secretos dentro de esta, te conozco niña ¿así que dime qué es lo que en verdad te pasa?

Los ojos dorados se entrecerraron al ver a la pelirrosa morderse el labio y dejándose caer en la cueva con un frustrado bufido.

-destruyó el portal...- susurró la pelirrosa- los dos... dijo que una de sus creaciones había destruido el que estaba en el laboratorio de Urahara.

En esos momentos Yoruichi quiso ir a buscar a Aizen y darle un buen golpe al traicionero desgraciado. Sabía que trabajaba en experimentos con huecos desde que la exiliaron hace cientos de años, por eso mismo Urahara y ella nunca se metieron en los asuntos de la sociedad de almas, hasta ahora, que la ejecución de una Shinigami de bajo rango sonaba demasiado conveniente.

-ya hallaremos la forma de crear uno nuevo.

-dijiste lo mismo la primera vez y ahora estamos en este embrollo- exclamó ya algo harta del asunto.

La mayor se cruzó de brazos y enarcó una ceja; lo del primer portal afectó mucho a Sakura hace años, además de que sabía que aún no superaba del todo la muerte de Mebuki y seguía culpándose por ello.

-no pienso seguir discutiendo esto- terminó la mujer saliendo en shunpo.

-no se para que me molesto, siempre hace lo mismo-gruñó interiormente la pelirrosa.

-también es difícil para ella-explicó su zanpakutō.

-es difícil para todos, pero evitándome no se solucionan las cosas. Con razón Soi Fong esta tan enojada con ella.

-esas son cosas que ya resolverán entre las dos- regañó el rubio- ahora mejor concéntrate en el shinigami sustituto, ya lleva un rato despierto.

Sakura levantó la mirada hacia donde estaba recostado el peli naranja, le hizo gracia ver que entreabría los ojos en un intento de fingir que seguía dormido.

-ya se que estás despierto.

-no quería interrumpir.

-¿cuánto escuchaste exactamente?

-solo la última parte, lo demás era algo confuso- aseguró el peli naranja levantándose del futon improvisado en aquella amplía cueva.

-lamentó que te hayan metido en esto...

-hey, está bien- se apresuró a decir el chico al verla triste, se sentó junto a la chica- al menos pude descubrir un par de cosas. Cumplí lo que dije.

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