Comienzan lo examenes.

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El sonido del reloj era lo único que la acompañaba mientras caminaba de un lado a otro esperando noticias de su hermana, como ya le había dicho a su hija una vez: Rei podía ser una vaga y despreocupada de lo peor, pero siempre se habían mantenido en contacto sin importar la situación, si estuviera en peligro ya la hubiera contactado, incluso si estaba muy ocupada al menos se hubiera dignado a enviarle una carta a través de sus invocaciones.

Hablando de invocaciones...

-lo sentimos Nami-sama, pero Rei no nos ha llamado en un buen tiempo- le dijo Ukiyo, la lechuza parda que era la invocación vinculada de su hermana.

A un lado del ave, Eunoia la osa guerrera vinculada con su hermana, lucía igual de preocupada por el paradero de su ama.

Eso era muy malo, considerando que las invocaciones del clan Haruno tendían a estar fuertemente conectadas con sus amos, era un lazo irrompible y que, de faltar alguno de los involucrados, resultaría en un gran daño al lazo que los unía.

-nuestros poderes han empezado a fallar Nami-sama, incluso hemos oído que Zeal está muy enfermo, casi no podemos sentir el vínculo- contó Eunoia aún más preocupada puesto que todo indicaba a una sola cosa.

Algo que Nami se negaba a creer fuertemente.

-¿si envió a mis invocaciones junto con ustedes serán capaces de localizarla?-pregunto la anciana mujer aferrándose a cualquier posibilidad.

La lechuza y la osa se miraron a los ojos para luego asentir, decididos a encontrar a su ama.

Al instante tres nuevas nubes de humo aparecieron en la habitación y fueron informadas de su misión.

Una vez que se quedó sola, Nami se permitió soltar todo el aire que había retenido y rezo a las tres deidades de su familia para que su hermana se encontrara sana y salva donde quiera que estuviese.

Una vez que se quedó sola, Nami se permitió soltar todo el aire que había retenido y rezo a las tres deidades de su familia para que su hermana se encontrara sana y salva donde quiera que estuviese

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-este año hay muchos novatos- comentó el jounin fumando de su cigarrillo- escuche que esos niños tuyos son una fuerza a tener en cuenta ¿eh, Kakashi?

El aludido ni siquiera se digno a apartar la vista de su bien conocido libro naranja- ¿eso dicen?- pregunto sin aparente interés- supongo que cada uno tiene lo suyo.

Kurenai y Asuma compartieron una mirada curiosa, parecía que el ninja no tenía ni una pizca de interés en lo que concernía a sus alumnos, pero a final de cuentas con ese hombre nunca se sabía realmente.

-no seas tan amargado bakakashi, empieza a preocuparme la educación que les estás dando a esos niños- Obito encontró ese momento oportuno para aparecer en la habitación donde los maestros jounin supervisarían a sus alumnos en los exámenes, aunque a ojos del ninja eran más como una especie de asientos en primera fila para el espectáculo.

-¿qué haces aquí?- pregunto Hatake con claro fastidio, mirando a su mejor amigo- tú ni siquiera tienes un equipo a tu cargo.

-no seas envidioso Bakakashi, sólo vengo a ver qué tan bien has hecho tu trabajo- explico el Uchiha- además, este año será más complicado considerando que Minato-sensei le pidió a los sannin que hicieran un corta aparición en los exámenes, me compadezco de las pobres almas que tengan que lidiar con esos tres. Por cierto, esa chica tuya es muy buena en genjutsu, logró eludir la ilusión de Izumo y Kotetsu.

Haruno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora