Haruno

Primer acto: Sakura

Mi madre siempre me cuenta la historia de cuando nací.

Nací tiempo antes de la fecha programada, todos en la familia eran un completo caos, parte de la casa quedó destruida, incluyendo la sala de espera del hospital... y algunas unas cuantas enfermeras traumadas, pero nada de que lamentarse.

Cuando el doctor por fin me sostuvo en sus manos estaba llorando a todo pulmón. Luego lo noquee con mi pequeño puño de recién nacida...

Verán, digamos que no soy una niña normal. En mi familia las mujeres heredan un poder ancestral que se va fortaleciendo con el tiempo, básicamente tenemos una fuerza descomunal, no como la que puedes obtener con chakra, sino una aún más monstruosa, además esa fuerza ya es parte de nosotras y no gastamos nada de energía.

Las mujeres en la familia suelen ser muy rebeldes e independientes, cosa que no suele gustar mucho a los hombres. Por ejemplo:

Mi antepasada, Nadeshiko Haruno le ganó en una apuesta a Hashirama Senju y así pudo lograr que nuestro clan se instalara en la aldea de la hoja. También se dice que golpeó a Madara Uchiha tan fuerte que lo mandó a volar a hasta lo que hoy en día es Suna, pero no lo mencionen cerca de un Uchiha porque de seguro se ofenderán.

Mi abuela Nami Haruno logró vencer a una horda de enemigos con sólo sus puños y una roca... y de paso salvo al segundo Hogake junto a su hermano Takahashi Haruno.

Mi tía abuela Rei Haruno fue quien entreno a Lady Tsunade, cabe destacar que la Sannin nunca logró vencer a tía Rei. Ella también es muy temida a lo largo de las naciones, es la mujer más fuerte y de las kunoichis más talentosas del mundo.

Y mi mamá, Mebuki Haruno. Ella fue compañera de equipo del cuarto Hokage, Minato Namikaze y Fugaku Uchiha, el actual líder de su clan. Mamá era una genio en las artes ninja, la guerrera más prometedora de la aldea. Pero mi desgraciado padre le rompió el corazón, la embarazo y la dejó. Al menos eso dice mi abuela. Mamá dejó su carrera ninja y se enfocó en mi crianza. Cosa que, al menos en mi opinión, la hace aún más genial que cualquiera.

Pero todo poder tiene una restricción.

Cuando los dioses aún vagaban por la tierra, las diosas decidieron crear a las Haruno, mujeres fuertes a su semejanza que trajeran paz y alegría a los humanos, pero algunos de estos eran corruptos y malvados, se aprovecharon de mis antepasadas y usaban sus dones divinos para el mal. Las diosas creadoras al ver esto se apiadaron del sufrimiento de su hijas y, con el fin de poner un alto a los humanos, pusieron un límite a los poderes divinos de sus creaciones. Si alguna de sus hijas usaba sus poderes de forma incorrecta o injusta esta sería castigada, el peor castigo para una Haruno, el exilio, sus hermanas le darían la espalda y esta quedaría a su suerte, además de perder sus poderes por toda la eternidad y negársele el paso a las salas divinas cuando llegará a fallecer, condenándola a vagar por el mundo terrenal para siempre.

Los dioses son crueles ¿cierto?

Existieron muy pocos casos de mujeres corruptas en la familia, nuestros valores son muy fuertes, después de todo.

Pero la prima de mi mamá una vez uso sus poderes para lastimar a los demás y lo perdió todo. Nadie habla de ella en la familia, las antiguas tradiciones aún son muy respetadas y cómo estás dictaban, tía Natsu debía ser exiliada y olvidada con el fin de que pagara sus pecados. Solo oí de ella por casualidad una vez que por accidente escuché la conversación de mi tía abuela Rei con mi madre.

Me hubiera gustado conocer a tía Natsu.

Tampoco es que mi familia sea muy numerosa, a diferencia de otros clanes el mío solo se reduce a mi abuela, mi tía Rei, tía Natsu, mis tíos, mi mamá y yo. Las guerras han hecho mella en la familia, además la gente no suele aceptarnos mucho por tener ideas tan "liberales".

Oh, cierto. ¿Donde están mis modales? No me he presentado.

Mi nombre es Haruno Sakura y voy a patearles el trasero a todos.

Buena presentación ¿cierto?

-¡Sakura deja de jugar y ven a trabajar!

-¡no estoy jugando mamá! Cielos, que molesta...

-¡¿que dijiste?!

-¡nada mami, ya voy!

No se muevan, voy a volver ¡SHANNARO!