Menos grandes que salen del cielo y pequeñas shinigamis en problemas.

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Había más huecos de los que Ishida se había pensado que aparecerían, su mano ya comenzaba a sangrar debido al uso frecuente de su arco y flechas, además de que ya no podía matarlos con un solo tiro.

Peor aún, el cielo comenzaba a quebrarse debido a la gran cantidad de huecos.

Pero no importaba cuantos tuviera que matar, tal vez el idiota de Kurosaki no lo entendiera pero él sería el ganador de esa batalla. Haría que el poder de los quincy estuviera en alto.

En algún punto Ichigo lo alcanzo y ambos discutieron sobre su pasado y el porqué de su aversión a los shinigamis; le contó la historia de su abuelo, y como el pobre hombre creyó demasiado en los traicioneros shinigamis.

-es por eso, Ichigo Kurosaki, que yo demostraré que los quincy son superiores a los shinigamis. Todo por mi sensei-exclamó con fuerza en medio de una bola de huecos-yo ganaré esta competencia.

El shinigami sustituto quiso darle un buen golpe al muy estúpido por entender todo mal pero se le adelantaron.

-¡¿entonces todo esto solo fue por una maldita competencia?!-cierta pelirrosa apareció, dándole una gran patada al quincy que por otro poco acaba con el linaje del chico- ¡mira que he visto a dos idiotas pelear durante toda mi vida! ¡Pero hasta esos dos nunca llevarían sus competencias a tal grado de lastimar inocentes!

Ichigo observó con sorpresa a la chica, quien seguía gritando y sacudiendo a Ishida como si fuera un trapo- así que es cierto...-susurró fijándose en las ropas de la chica, que aunque algo diferentes a las suyas seguían teniendo la esencia de los shinigamis. Además, tampoco era tan despistado como para no sentir la gran energía espiritual de la chica.

-¿c-cuál es tu problema?-Ishida pareció salir del aturdimiento que le provocó el golpe de la chica.

-¡mi problema es que los hombres son unos idiotas! ¡¿Acaso no pueden trabajar en equipo?! ¡¿Crees que puedes tú sólo con todos estos huecos?!-al fin soltó al chico, pero lanzó su escudo muy cerca de él a propósito solo para eliminar a los hollows que los rodeaban.

Ambos chicos se miraron con miedo.

-creo que lo que ella quiere decir es que tu abuelo quería que shinigamis y quincy pudieran pelear por igual-comentó el shinigami, aún con la vista clavada en la pelirrosa- así que ¿qué dices? ¿Trabajarás junto a dos shinigamis?

Sakura bufó por ser incluida pero aún así atrapó su escudo en el aire-será mejor que te apresures porque estas cosas no esperan.

-de acuerdo-aceptó al fin Ishida, con el recuerdo de su abuelo aún en la mente.

De un rápido movimiento los tres chicos juntaron sus espaldas. Al quincy le llamó la atención que la pelirrosa lo tomara de la mano, al instante sintió una cálida energía y sus heridas se curaron.

-no puedes usar tu arco con esas heridas-la pelirrosa lo miró de reojo con una sonrisa de lado antes de volver a lanzar su escudo y partir a la mitad a muchos huecos.

Los dos shinigamis comenzaron a pelear con eficacia ¿enserio eso era lo que quería su abuelo?

-¿esa es tu zanpakutō?-preguntó el peli naranja después de eliminar a unos cuantos más. Se le hacía curiosa la forma del arma de la pelirrosa.

-es Taiyō-exclamó la joven golpeando a un hueco, mandándolo a barrerse con otros cuantos más. Hasta que al final todos terminaron destruidos. Su escudo regresó a ella y se convirtió en un látigo-el dice hola.

-¿cómo hace eso? La mía solo se mantiene así-inquirió un sorprendido Ichigo.

El quincy y la pelirrosa se observaron entre sí, una más divertida que el otro- creo que aún tienes mucho que aprender shinigami sustituto-respondió la chica con una sonrisa divertida.

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