Sacrificio

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N/a: lamentó la tardanza :') capítulo largo para que me perdonen.

Natsu había desaparecido entre el caos de la aldea, dejando a sus soldados al mando y con ellos a su despreciable prisionero

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Natsu había desaparecido entre el caos de la aldea, dejando a sus soldados al mando y con ellos a su despreciable prisionero.

Danzō sentía mucha rabia hacía la Haruno, primero por haber destruido su escondite y masacrado a gran parte de sus preciados anbu y segundo, por botarlo sin más con dos de sus insignificantes mascotas vigilándolo.

Una sonrisa se plasmó en el rostro del viejo, al sentir como sus hombres iban acercándose cada vez más a su localización.

Los dos soldados invasores no pudieron hacer mucho frente al grupo de anbu que fueron contra ellos. La sangre empapó el suelo de piedra, haciendo juego con las capas rojizas que cubrían a los dos guerreros muertos.

Danzō bufó al darse cuenta que esos dos ni siquiera eran Haruno, al menos no de sangre, ese estúpido clan siempre fue muy libertino en cuento a las personas que aceptaban.

Al parecer Natsu sólo estaba jugando con el, y eso no hizo más que enojarlo más.

-¿señor?...- uno de los anbu se atrevió a preguntar, todos estaban a la espera de las órdenes de su amo.

-maten a todos los Haruno...- susurró con furia- no me importa quien sea ¡háganlo! ¡No quiero que ningún miembro de ese maldito clan quede vivo!

-¡hai!

-Natsu-sama, el prisionero ha sido liberado- informó Inanna, recibiendo los recuerdos del clon que había creado para vigilar a Danzō, tal y como su señora le había ordenado

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-Natsu-sama, el prisionero ha sido liberado- informó Inanna, recibiendo los recuerdos del clon que había creado para vigilar a Danzō, tal y como su señora le había ordenado.

La mencionada aún mantenía la mirada fija en su prima y sobrina, al menos ese viejo era tan predecible como siempre y seguía moviéndose en su juego tal como quería, por algo dejó a dos de sus soldados más prescindibles a cargo de vigilarlo. De haberlo dejado con dos Haruno de verdad de seguro que ya estaría muerto, afortunadamente para el, aún lo necesitaba vivo.

Era una lástima que Mebuki siempre haya sido de las que se negaban a caer en sus juegos y trampas, su amada prima era de las pocas que le seguían el paso o descubría sus trampas a la primera, eso en su tiempo le había sacado una gran sonrisa orgullosa.

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