Relaciones

239 37 14
                                    


—¿Yo qué? —preguntó regresando a su tono seco y ella sonrió divertida.

—¿Qué fue de tu vida amorosa, Shaoran?

—La verdad es que no he tenido tiempo para esas cosas y... — contestó él con frialdad. No entendía cómo habían llegado a ese punto y sabía que no era una zona segura; por algun extraño motivo su mente le decía que huyera de la conversación—, no me...

—Ay, por favor. ¿Me vas a decir que no saliste con nadie durante todos estos años?

—Salí con muchas —dijo él y se apoyó en el respaldo del sillón. La muchacha lo obligó a continuar con un gesto de mano como si la información brindada no fuese suficiente—. ¿Qué es lo que quieres saber específicamente?

—¿Tenías alguna relación formal antes de todo esto?

—Sí. Estaba comprometido con ella, pero cancelé el compromiso —aceptó él de malas.

—¿Por qué? —quiso saber con una ceja alzada en señal de incomprensión.

—Porque no estaba enamorado de ella.

—¿Lo estabas de alguien más?

—No, no me enamoré de nadie, más que de una persona —susurró él y se encogió de hombros—, deberías...

—¿Quién? —interrumpió ella con la mirada clavada en el muchacho.

—¿Podríamos dejar esto por la paz? —intervino con un gesto molesto y se puso de pie.

—No. Dijiste que responderías.

—Dije que lo intentaría.

—¿Acaso es muy difícil responder esa simple pregunta?

—Lo es para mí —contestó el muchacho y decidió poner más distancia entre ambos, así que se colocó contra la caja de cristal.

—Tengo curiosidad, ¿quién es esta chica de quien no quieres hablar?

Shaoran la observó con intensidad y no respondió por algunos segundos, luego se pasó una mano por el cabello mientras la muchacha lo estudiaba con una extraña emoción en el pecho de solo pensar que escucharía el nombre de la chica.

—Eres tú.

Sakura parpadeó confundida y él se encogió de hombros mientras cruzaba las manos tras su espalda.

—Tal vez creas que es una tontería. Éramos unos niños y no sabíamos nada... y aún así... no volví a sentir lo mismo que sentía por ti, por nadie más. Me arruinaste, Sakura —explicó él con una sonrisa suave y la muchacha tragó con dificultad, sin poder creer una palabra de lo que él le decía.

—Nunca me buscaste —dijo ella con un hilillo de voz y Shaoran negó con la cabeza aceptando sus palabras.

—Era lo mejor para ambos. Supuse que con el tiempo encontraría a alguien por quien sintiera lo que sentí por ti... no tuve oportunidad de averiguarlo de todos modos, o tal vez ni siquiera me la di. Mi familia te habría puesto las cosas realmente difíciles, Sakura... no quería que fueras infeliz.

—No lo hubiera sido porque habría estado contigo. Era lo único que yo quería y fue lo único que quise por mucho tiempo. Tuve tantas ganas de tomar el teléfono y marcarte... quise hacerlo muchas veces.

—Fue mejor de ese modo, Sakura. No íbamos a ganar nada con eso. Tú continuaste con tu vida y yo seguí con la mía como debía ser.

—Nada funcionó bien. Si hubiéramos...

—No existe el "hubiéramos" —interrumpió él.

—Si hubiéramos estado juntos nada de esto habría sucedido —continuó ella con un tono lleno de reproche. Shaoran la observó sin comprender y su mirada reflejó molestia.

—No hables de ese modo.

—Si hubiéramos estado juntos, podríamos haber crecido juntos y habernos hecho mejores. Podríamos haber descubierto todo y luchado. Shaoran, ¿es que no lo entiendes?

—Tú no sabes eso, Sakura. E incluso si fuera de esa manera, ambos tomamos nuestras propias decisiones y el pasado entre tú y yo permanecerá inmutable. Así es como funcionan las cosas —reprendió él con tono grave—. No sirve de nada pensar en lo contrario porque es algo que no se puede modificar.

—Y aún así, estamos intentando modificarlo, ¿no? ¿Por qué no podemos modificar otras cosas también? —dijo ella y él se quedó sin poder respirar por unos segundos. De inmediato, todo tuvo sentido en la mente de la muchacha que, con un tono lleno de dolor, dijo—: Pensaste en regresar el tiempo y aún así... nunca consideraste buscarme, ¿verdad? Ibas a hacerlo todo solo junto con Eriol y tenías planeado dejarme de lado.

Su mirada reflejaba tristeza y molestia al mismo tiempo y Shaoran se sintió terriblemente mal de que ella pudiese leerlo con esa facilidad.

—Debo ir por el combustible —dijo y se volvió para encaminarse al baño.

—Puedes ir a donde quieras, Shaoran Li, pero no vas a poder esconderte por siempre —dijo ella con el rostro alzado y tono lleno de superioridad.

Shaoran se detuvo justo antes de cruzar la puerta hacia el baño, apoyó una mano en el marco y le sonrió, reflejando diversión en sus ojos.

—Ciertamente hay muchas personas en el mundo de quienes me querría esconder, pero en defintiva, no me escondería de ti, Sakura.

Ella apretó los labios en una delicada línea y sus mejillas se tornaron rojas sin que ella pudiese hacer nada para evitarlo.

—Solo necesito un poco de espacio para pensar las cosas —agregó él sin dejar de contemplarla.

—Ya he escuchado esa línea antes.
Shaoran rio por primera vez frente a ella y la muchacha sintió como si alguien hubiese metido su corazón a una licuadora de alta potencia.

—Tendré que esforzarme con mis líneas de ahora en adelante, para que sean más originales.

—Imposible. No podrías decir nada que no hubiese escuchado antes; yo también salí con muchos chicos para tu información.

—Ah, lástima. Estaba tomándome en serio el reto; en especial las líneas que se usan cuando alguien te interesa.


—¿Tú? ¿El señor "soy el tipo más serio del mundo"? Discúlpame que lo ponga en duda.

Él permaneció con la misma sonrisa y no dejó de verla ni un solo instante.

—Quizá tienes razón, Sakura. He perdido mucha práctica y aunque quisiera, es probable que no pudiera encontrar una palabra o frase que describiera lo hermosa que me pareces.

La muchacha, sorprendida, se quedó sin saber qué decir y él se introdujo en el baño sin agregar nada más. Cerró la puerta detrás de sí y con gesto extrañado apoyó la espalda contra ésta; se preguntó una y otra vez cómo había sido posible que hubiera dicho algo así... porque, en definitiva, había coqueteado con ella y no tenía idea de por qué rayos había hecho eso. 

El lobo contra la florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora