Sakura había logrado en esa semana y media que las cartas prácticamente le leyeran el pensamiento. Había conseguido que su báculo reaccionara ante ella sin decir ninguna palabra, además de que parecía que sus cartas atacaban con mucha más fuerza a Yue, a quien ya estaba costándole un poco más de trabajo hacerle frente al poder de éstas.
Shaoran llegó y se asomó a la sala de entrenamiento. Kero notó su presencia y se giró para verlo; se acercó y le dijo en voz baja:
—Sakura ha mejorado muchísimo. Está muy emocionada porque entrenará contigo, ¿quieres que...?
—No, no la distraigas. Quiero ver —le dijo el de ojos miel mientras observaba a la joven que, cansada, le daba batalla al guardián alado de cabellos plateados.
—Hoy estuvo casi toda la mañana en llamada con tu maestro. Parece que está muy sorprendido de los avances que ha hecho solo con los comentarios que él le ha dado —le informó Kero y él sonrió ante el dato.
—Supongo que solo le faltaba un poco de confianza y apoyo —contestó sin dejar de mirarla—. Debí haberlo sabido y, sin embargo, me dejé cegar por el miedo —aceptó con tono más grave.
—Ella lo entiende; sabe cuál es la razón y... ayer parecía como si se hubieran arreglado —Shaoran lo miró de reojo y el pequeño ser se acercó tanto a él, que tuvo que retroceder un poco—. ¿Te divertiste por la noche con ella?
Ante la mirada analítica del guardián, Shaoran lo encaró y se cruzó de brazos.
—¿De qué hablas, Kereberos?
—No soy un despistado, Li. Sé perfectamente que ella fue a tu habitación por la noche.
—¿La seguiste? No sabía que eras vouyerista —se burló el de ojos miel y Kero, enojado, lo miró tan fijamente que, de haber sido posible, hubiesen salido rayos de sus pequeños ojos.
—Deberías agradecerme. Touya lo sospechó y yo se lo negué.
Shaoran alzó una ceja en señal de desconcierto.
—¿Y por qué lo hiciste?
El guardián se cruzó de brazos y bufó con molestia.
—Porque respeto el hecho de que ella ya es adulta, pero además de eso... sé que no es algo probable que puedan pasar mucho tiempo juntos. Me preocupa que le pase algo a alguno de los dos... probablemente sería el acabose de ambos. Por otro lado... te estoy agradecido por todo lo que hiciste y has hecho por ella.
Shaoran enarcó ambas cejas en señal de sorpresa. Nunca se lo hubiese imaginado.
—Pero más te vale que tengas cuidado. No vayas a... lastimarla otra vez —le dijo y levantó un dedito para señalarlo.
—Lo juro —dijo él con una mirada tranquila—, y gracias.
Kero no respondió y Shaoran giró hacia Sakura quien aún no se había percatado de su presencia y seguía luchando con Yue. Shaoran observó sus movimientos y sonrió al darse cuenta de que ya no tenía que hablar para hacer su magia. Las cartas actuaban casi por sí solas luego de ser transformadas con el báculo. Era increíble.
Repentinamente, luego de una serie de ataques, Yue salió disparado hacia la pared, se cubrió con sus alas, golpeó el concreto y cayó al suelo; luego de poco se sentó y, cansado, negó con la cabeza.
—Me doy —dijo con una sonrisa orgullosa.
Sakura brincó emocionada y se volvió para ver a Kero, pero sus ojos se perdieron en los de color miel y, con una hermosa sonrisa, corrió hacia él. Shaoran dejó caer su chaqueta al suelo y la recibió cuando la joven se impulsó, lo rodeó con las piernas y colocó sus brazos alrededor de su cuello.
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El lobo contra la flor
FanfictionCapítulos cortos. Advertencia contenido adulto. Shaoran Li (Lang) ha logrado ganar el honor de ser el transportista de una preciada carga perteneciente a la zona siete de los ¨Cazadores de hechiceros¨, y él cumplirá con su palabra y tomará el pape...