El lobo contra la flor

El inicio del final

Todos los presentes inclinaron la cabeza en gesto de saludo, incluso Yuuko. 

—¿Estás soltera? A Kamui le hace falta un poco de diversión —molestó Sorata. 

El que parecía ser el más joven del grupo se sonrojó y miró de reojo a Fuuma, quien de inmediato golpeó a Sorata en la cabeza con la palma de la mano. 

—Cállate —espetó con su tono grave.

Sakura se sonrojó y miró a Shaoran que le sonrió con tranquilidad.

—Ella es mi prometida —comentó el de ojos miel hacia el chico que respondía al nombre de Sorata—. Yo que tú, cuidaría mejor mis palabras.

Aunque su tono no era amenazante, era bastante serio. Sorata sonrió avergonzado y se llevó la mano a la nuca.

—Lo siento —dijo y se inclinó frente a la muchacha en señal de disculpa. Ella negó con ambas manos como para despreocuparlo y luego miró a Shaoran con una hermosa sonrisa; el de cabellos color chocolate sintió que su corazón se saltaba un latido solo de verla sonreír. 

—Eres un bestia —dijo Arashi y negó con la cabeza mientras Yuzuriha reía por lo bajo. 

—Señorita Kinomoto —comenzó Kamui y Sakura se giró de inmediato a él—. ¿Es cierto que es tan poderosa como dicen? 

Los demás no habían podido identificar su magia porque ella seguía trabajando en mantenerla escondida.

—Yo... bueno... supongo que podría ser. Aún no he tenido oportunidad de probar todo mi poder de la manera en la que me gustaría. 

—Entonces solo debemos preocuparnos de los hechiceros fuertes y el muñeco blanco se encargará de todos los cientos de guardias y los aprendices con la ayuda de Sakura, ¿cierto? —dijo Kurogane cruzándose de brazos. 

—Los guardianes también pueden apoyarlas —comentó Eriol.

—Bien, entonces nosotros nos encargaremos de los más fuertes —comentó Yuuko y los observó a todos con una expresión autosuficiente. Los demás asintieron conformes con sus palabras.

—En caso de que todo salga mal... lo importante es sacar las aguas del tiempo de ahí. No lo olviden. Quien quiera que tenga las aguas del tiempo cuando las cosas comiencen a ponerse mal, deberá irse con Mokona de la sede, ¿queda claro? La persona que la tenga en sus manos deberá olvidarse de todos los demás y huir. 

Ante las palabras de Eriol, todos permanecieron en silencio, pero en cuestión de segundos asintieron con lentitud. 

—Habrá un sujeto —comentó Shaoran rápidamente y todos se volvieron hacia él—. No tengo idea de qué tan poderoso sea, pero es alguien muy inestable. Si Shuji es malvado, este tipo es aún peor. Su nombre es Wu Xi; lo reconocerán porque tiene los brazos completamente tatuados —miró a la de ojos verdes antes de continuar y dijo—: No vayas a acercarte a él. 

Sakura supo que esa información él ya la tenía desde antes, pero no se la había compartido; por un instante se sintió nerviosa ante la visible alarma en los ojos miel. 

—Tengan cuidado con él —advirtió Eriol a todos los demás—. Como ya lo dijo Shaoran, es peligroso. Intenten no estar solos si se lo encuentran. No sabemos de qué sea capaz ni tampoco tenemos una idea específica de cuáles son sus poderes, pero es hábil con la magia oscura. 

Los presentes asintieron y continuaron planeando todo. Dos horas y media después, Shaoran se acercó a sus padres con paso lento y se inclinó un poco más de tiempo de lo normal frente a ambos.