El lobo y la flor II (Advertencia +18)

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—No tenía idea... de que me hacías tanta falta —susurró él contra sus labios. Los ojos de Sakura se llenaron de lágrimas porque ella sentía exactamente lo mismo.

—Te quiero —murmuró la muchacha y se inclinó para besarlo de nuevo. Shaoran recibió esas palabras y los labios de la muchacha con un extraño sentimiento de pertenencia que no recordaba haber tenido antes.


Sus labios actuaron urgentes sobre los de ella y ambos continuaron perdidos el uno en el otro hasta que él se alejó un poco para tomar aire, luego, con un movimiento rápido, le deslizó la playera por el hombro junto con el tirante del sujetador y la besó por todo lo largo de la clavícula y el hombro.

Ella ahogó una exclamación cuando él la mordió repentinamente y sonrió sorprendida; él paseó las yemas de sus dedos por la piel de la pierna de la muchacha y continuó hasta llegar a su trasero y su mano, como si tuviese vida propia, apretó esa zona.

Tragó con dificultad y se alejó para dejarla en el suelo con delicadeza, colocó ambas manos a los costados de la joven, palmas abiertas contra la madera tras ella y la observó fijamente.

—¿Realmente quieres esto? Dime si es así ahora porque si no es así... aún tengo un poco de control al cual aferrarme —susurró contra su rostro —. Mínimo... casi inexistente —dijo besándola.

—Sí quiero.

Shaoran sujetó las manos de la muchacha y la obligó a subirlas por encima de su cabeza, apretó con suavidad las muñecas de ambas con una mano suya y con la otra libre recorrió la fina línea del mentón de la muchacha, su mejilla y acarició con el pulgar los labios hinchados que se veían tan atractivos que le robaban la respiración.

—Eres hermosa —le dijo y rozó sus labios con los propios, ella intentó besarlo, pero él se alejó con una sonrisa burlona—. Esto no será rápido, Sakura. Quiero disfrutar cada segundo, ¿entiendes eso? —le preguntó contra su cuello y ella tembló al escucharlo; su corazón latiendo a una tremenda velocidad.

—Entiendo.

Shaoran colocó sus labios en el lóbulo de la oreja de la joven y lo mordió, primero con suavidad y luego con más fuerza. Ella jadeó en su oído.

—¿Te gusta esto? —le preguntó él y comenzó a acariciar su abdomen desnudo. Sakura parpadeó sorprendida y se fijó en que su blusa y su short habían desaparecido repentinamente. Miró al muchacho que le sonrió divertido y no pudo evitar reír con suavidad.

—Sí —dijo ella con una hermosa sonrisa.

—¿Y esto? —volvió a cuestionar cuando acarició el borde de las bragas y con sus yemas recorría la piel suave de la muchacha que se había erizado por el toque.

—Mucho.

Shaoran sonrió y volvió a besarla, apresando sus labios entre los propios sin darle la oportunidad de respirar siquiera. Su mano viajó a la base del sostén y ella gimió por las ganas que tenía de que él tocara la piel que cubría la tela, pero el muchacho solo la torturó y acarició con suavidad puntos que mandaron ondas placenteras por todo su cuerpo. Se arqueó contra él cuando su mano viajó hacia su trasero y la apretó pegándola a su cuerpo en un movimiento firme y fuerte.

—Me encantas —le dijo ella con la mirada nublada por el deseo y dejó caer su cabeza hacia atrás para darle acceso a su cuello otra vez. 

El lobo contra la florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora