Fang

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N/A: ¡¡¡¡Hola a todos!!!!! Primero que nada agradecerles que sigan por aquí, con esta autora loca que es una desorganizada. Segunda, agradecer a todos sus muestras de apoyo en todo momento. Tercera... es probable que esto acabe en otros dos fines de semana más. 

Estoy muy contenta porque estos tres capítulos que publicaré hoy, me han parecido realmente muy intensos tanto al escribirlos como al editarlos; espero poder compartirles todas esas emociones que experimenté al crearlos. Leer sus comentarios es algo que siempre me anima mucho a seguir y a darle tiempo a este mundo mágico que me ha llenado de cosas muy hermosas y me ha permitido conocer gente muy muy bella. De nuevo les agradezco de todo corazón que sigan aquí, al pie del cañón, conmigo y con los personajes. 

Sin más, les dejo los capítulos. Disfrútenlos y recuerden... la esperanza es lo último que muere. 

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Los hechiceros de nivel alto no tardaron en aparecer entre los guardias. Sakura de inmediato lo notó porque comenzaron a atraer y a alejar de los guardias y los aprendices, a Yuuko y a los demás. 

—Es el momento —indicó Mokona y abrió sus ojos en el instante en el que Sakura, Touya, ella y los guardianes, se vieron rodeados por los guardias y los aprendices. 

Los dragones del cielo y de la tierra estaban sobre tejados luchando cada uno contra tres o cuatro sujetos; Fye estaba suspendido en el aire y luchaba contra otros, mientras que Yuuko y Kurogane, espalda con espalda, le daban batalla a más de diez. 

Las tres guerreras y Watanuki, estaban separados y se habían colocado en puntos estratégicos para impedir que más hechiceros llegaran hasta el patio central. 

Kereberos de inmediato se colocó en posición de batalla y rugió con fuerza antes de lanzarse junto con Spinel, contra los hombres que los atacaban. Nakuru tomó el rugido como una señal de ataque, se elevó y comenzó a lanzar sus cuchillas desde el aire. Yue, sin embargo, se mantuvo en el suelo a un lado de Touya, sin dejar de mirarlo ni un momento mientras éste se defendía solo con su cuerpo. 

Sakura cerró sus ojos e inhaló profundamente antes de comenzar a usar sus poderes. 

—Fuego —susurró.

Una llamarada gigantesca salió de su cuerpo e incluso ella se sorprendió, porque en ese momento, la representación física de la carta no se hizo presente, casi como si supiera que su dueña la necesitaba en su mejor forma.

El fuego avanzó directamente por los aires y golpeó a más de veinte hombres lanzándolos a kilómetros de distancia, dejándolos noqueados en el acto. 

Sakura invocó a vuelo en su mente y sus alas se desplegaron en su espalda en el mismo instante en el que se despegó del suelo. 

Mokona, a su lado, infló sus mejillas con aire y lo lanzó hacia otros sujetos que llegaban por detrás. 

—¡Tormenta! —exclamó Sakura y una enorme nube gris se colocó sobre el grupo de guardias con los que habían estado peleando Yuuko y Kurogane; rayos, lluvia y viento se condensaron en un enorme tornado que atacó a los hombres que soltaron exclamaciones sorprendidas y de un segundo a otro fueron absorbidos por el ojo de la tormenta. 

De reojo, la joven pudo notar que Yue había protegido a su hermano de un sorpresivo ataque y perdió su concentración solo por un segundo. Un sujeto la atacó con un hechizo de magia oscura, extremadamente fuerte, que no tuvo oportunidad de eludir. 

Soltó un chillido de terror al salir volando y chocó contra algo suave. 

—¿Estás bien? —le preguntó Kero debajo de ella en el aire. 

El lobo contra la florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora