Un desastroso cumpleaños

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Sakura suspiró en cuanto a terminó de escuchar la explicación de su yo en el futuro, que ya no sería ella en el futuro porque el tiempo había retrocedido y las cosas debían ser diferentes... supuestamente; si es que Shaoran y Eriol lograban detener al líder de la organización. Kero y ella habían tenido que detener el video varias veces para procesar toda la información. 

Se miraron sin saber exactamente qué debían decir o hacer y Kero se sentó en la cama y se rascó la cabeza.

—Tiene sentido que haya sucedido todo eso... quizá es esa la razón por la que estás tan desubicada. 

—Pero tú no lo estás.

—No. Quizá tiene que ver con que no estuve lo suficientemente cerca de las aguas del tiempo para que me afectase de ese modo. Tú, por el contrario... parece que sí estuviste cerca; al menos en la sede. 

—¿Habías escuchado hablar de las aguas del tiempo?

—Del mago Clow, hace muchos años. Pero era solo una leyenda... aunque él tenía la idea de que realmente existían. Es un instrumento mágico de mucho poder que permite regresar el tiempo... pero no ir al futuro. La mujer de la que Shaoran te habló antes de que grabaras ese video, al parecer, tenía la sangre del dios del tiempo y para él, el futuro era sagrado y debía permanecer invisible ante las mentes y los ojos de las personas.

—Entiendo... al menos eso creo.

Ambos observaron el video de nuevo.

—Continúa —ordenó la muchacha a la carta que volvió a poner el video en marcha.
La joven que era ella y la miraba desde la pared, se detuvo en su explicación después de que terminó y volvió a suspirar con la cabeza ladeada.

—Sakura —continuó su yo mayor—; sé que... tal vez no lo entiendas y quizá... no desees hacerlo, pero... necesitas buscarlo.

La de ojos verdes que miraba el video parpadeó ofuscada por las palabras de la mayor. Supo de inmediato que se refería a Shaoran.

—Hay algo... que necesito que escuches, pero quisiera que estuvieras sola. Seguramente Kero está contigo... así que... deberías pedirle que se retire de la habitación. 

—Pausa —susurró la joven y el video se pausó. 

Sin saber cómo enfrentar a su guardián lo miró de reojo y Kero negó con la cabeza.

—No, me niego...

—Kero, tienes que confiar en mí. Esto debe ser algo de índole personal... debes salir y dejarme sola.

—Eso no me da confianza. 

—Pero soy yo... se trata de mí. Por favor... solo ve a comer pastel, ¿de acuerdo? 

Sakura vio cómo, por primera vez en su vida, Kero prefería quedarse con ella que ir a comer un postre.

—Bien... —dijo a regañadientes y se dirigió hacia la puerta.

—Más te vale que no espíes.

—De acuerdo —dijo aún más molesto.

Sakura tomó su celular y llamó a su prima, que contestó de inmediato.

—¿Estás bien? 

—Kero va para abajo. No lo dejes volver a la habitación.

—Pero, ¿está todo bien? 

—Es... —y miró su reflejo en la pared—, lo que intentó saber.

Cuando escuchó la voz del guardián abajo, por el celular de su prima, cortó la comunicación y miró hacia sí misma.

El lobo contra la florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora