Se olvidó de todo su trabajo y de las cosas que debía hacer y solamente se dedicó a acompañarla a donde ella deseaba ir.
Por la noche él la llevó a un lindo callejón en donde había un restaurante muy pintoresco. Tomoyo aceptó su invitación y subieron a la segunda planta; Eriol pidió la mesa en el balcón y ambos se sentaron, ella dejó sus bolsas con hiervas en el suelo y él le alcanzó el menú.
—Quisiera unos pimientos rellenos, por favor —dijo la joven en cuanto el mesero preguntó por la orden.
—Un rib eye para mí, por favor —pidió el de ojos azules y el hombre asintió y se retiró—. ¿Ya me dirás de qué se trata todo esto de las plantas? ¿Piensas dedicarte a la horticultura y arrastrar a mis guardianes contigo?
Tomoyo rio y se llevó una mano a los labios luego de que tomó un sorbo de vino.
—Eso no puede estar más alejado de la realidad.
—¿Entonces de qué se trata todo esto?
Ella dejó la copa en la mesa y asintió.
—Estuve pensando acerca de que me sentía un poco inútil con respecto a todo esto; pero luego me di cuenta de que... siempre hay cosas que se pueden hacer, así que le pedí a Nakuru y a Spinel que me ayudaran a investigar acerca de plantas que tienen efectos secundarios en hechiceros. Cuando dijiste lo de Kaho, me di cuenta de que... los hechiceros también son humanos y que pueden verse afectados por cosas naturales. Estuvimos investigándolo juntas y creamos unas granadas especiales. Ella se encargó de ponerles un sello mágico para que sea más difícil para los hechiceros bloquearlas —explicó la muchacha.
Eriol alzó las cejas sorprendido por las palabras de Tomoyo. Sonrió y negó mientras tomaba el contenido de su copa.
—En serio eres increíble.
—Solo quiero ayudar —dijo la joven y se alzó de hombros—. No deseo estorbarles y pensé en que quizá había algo en lo que pudiera ayudarlos.
Eriol se remojó los labios y apoyó los antebrazos en la mesa.
—No te pedí disculpas por el modo en el que dije eso... no fue lo que... es decir...
—Lo entiendo; es cierto que uno tiene que aceptar sus limitaciones. Así funcionan las cosas y quizá... si no lo hubieras dicho, yo no habría pensado en hacer esto.
—Te lo agradezco. Seguro servirán mucho.
Ella sonrió animada por su felicitación y entonces él volvió a buscar su mano sobre la mesa. Tomoyo observó los dedos de él sobre los suyos y se sonrojó.
—Ya se te hizo costumbre tomarme de la mano.
—Es que eres adictiva —le dijo con una sonrisa burlona, pero mirada seria.
Ella alejó su mano de debajo de la de él en cuanto el mesero llegó y colocó los platos frente a ambos.
Comieron y cuando terminaron, él apoyó una mano en el mentón.
—¿Quieres un postre? —preguntó y ella pareció insegura—. El tiramisú de aquí es delicioso.
—Entonces hay que compartirlo.En lo que llegaba el postre, la muchacha observó fijamente hacia afuera del balcón y los ojos de él se perdieron en el hermoso perfil.
—A veces... —comenzó ella sin mirarlo—, a veces pienso que nada es... imposible... pero luego me topo con pared y me doy cuenta de que hay demasiadas cosas imposibles en esta vida.
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El lobo contra la flor
FanfictionCapítulos cortos. Advertencia contenido adulto. Shaoran Li (Lang) ha logrado ganar el honor de ser el transportista de una preciada carga perteneciente a la zona siete de los ¨Cazadores de hechiceros¨, y él cumplirá con su palabra y tomará el pape...