El lobo contra la flor

Incontrolable

N/A: Hola a todos los que leen la historia. Solo para decirles que lamento mucho los problemas que algunos tuvieron para poder leer el capítulo de Rendición; no tengo idea de qué fue lo que sucedió porque algunos pudieron leerlo sin problemas pero a otros no les aparecía. Igual espero que puedan leerlo pues hay cosas importantes en ese capítulo. Gracias por avisarme los que tuvieron dificultades. 

Esta vez dejaré tres capítulos, pero quizá el próximo fin de semana no pueda actualizar, así que igual espero su comprensión. Gracias a todos por sus comentarios y sus votos. 

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Sakura lo miró con intensidad y acarició el dorso de la mano contra su mejilla, con la palma de la propia. 

—Bien —susurró y entonces se sumergió y se fue directo a la escalera de la piscina mientras él observaba confundido. 

Avanzó tras ella y cuando llegó a la escalera, ella ya estaba saliendo con dirección al cambiador.

—Sakura —llamó él, pero la muchacha no se detuvo y entró en la habitación en donde ambos habían estado antes—. ¿Sakura? ¿Todo bien? —preguntó en cuanto entró tras ella y cerró a su espalda. Caminó hacia las duchas y escuchó el agua corriendo. 

Se asomó por una de las paredes y la observó debajo del chorro de agua, peinándose el cabello con los dedos de las manos. Lo contempló entre la cortina de agua con una sonrisa; él se cruzó de brazos y se apoyó de lado en la pared. El vapor del agua caliente llenó la ducha rápidamente.

—Tenía frío —dijo ella y ladeó su cabeza con una mirada traviesa.

—Debiste decírmelo... te lo habría quitado —le dijo burlón y a ella no le pasó desapercibido el doble sentido. 

—Aún tengo un poco, ¿quieres intentar calentarme?

Shaoran soltó una risita divertida y avanzó hasta ella con paso lento pero firme, se colocó bajo la regadera, puso sus manos en las mejillas de la muchacha y la besó.

Ella pasó sus brazos por detrás de su cuello y se pegó contra él mientras sentía el agua caliente recorrer todo su cuerpo.

Besarlo bajo el agua había sido uno de sus sueños en algún momento. Sakura jamás lo aceptaría en voz alta, pero la verdad era que luego de que había visto el video por tantas veces, había comenzado a soñar con él también.

Generalmente soñaba que se lo encontraba en algún lugar conocido para ambos o que los dos estaban en una cita en algún pintoresco café francés mientras recorrían el mundo juntos; sin embargo, una noche, había soñado que lo besaba... en una ducha. Aquella noche había experimentado sensaciones que la hicieron sentir realmente bien a pesar de que no hizo otra cosa más que besarlo; claro que ahora que comparaba sus besos en el sueño con los de la realidad... es decir, más bien no había punto de comparación.

Sakura jugó con sus labios y él le permitió hacerlo sin tomar ninguna acción, lo único que hizo fue apretarla contra él y acariciar su espada lánguidamente mientras ella suspiraba contra su mejilla.

Shaoran se sentía libre con ella. El haberle dicho sus sentimientos por fin le daba una inmensa tranquilidad, pero lo mejor de todo era que... ella le había dicho que lo amaba también; se lo había dicho más de una vez y eso lo llenaba más que cualquier otra cosa en el mundo. Jamás creyó que podría compartir con ella esos momentos e incluso había creído que tal vez ni siquiera sobreviviría a la batalla para pasarlos con ella después. Era increíble... ella estaba allí con él dándole todo lo que necesitaba.