Por la mañana, Sakura se levantó de la cama. Kero seguía como un muerto viviente y ni siquiera el escándalo de la noche pasada lo había despertado. Se puso en pie y caminó directo hacia el baño pasando por el espejo de cuerpo completo frente al cual se detuvo... al darse cuenta de que su camisón... revelaba más de lo que a ella le hubiese gustado. Se preguntó una y otra vez cómo había sido posible que se pusiera a vagar con poca ropa en casa de otra persona... era una estupidez y su estupidez la había golpeado directo en la cara. Se había dormido mucho después de que Shaoran había dejado de suplicarle que abriese; supuso que él se había dado por vencido.
Suspiró y se cambió rápidamente de ropa, se peinó con una coleta alta, se puso unos zapatos deportivos y se dirigió hacia la puerta sin siquiera molestarse en despertar al guardián... supuso que Spinel no tardaría en ir a darle lata.
Abrió la puerta y una exclamación de sorpresa y temor salió de su garganta en cuanto saltó hacia atrás al ver que alguien caía de espaldas dentro de su habitación.
Shaoran se puso las manos en el rostro y soltó un lamento por haberse golpeado la cabeza con el piso.—Demonios —susurró de malas y cuando se pasó las manos por el cabello, abrió los ojos y se encontró a Sakura a un metro de distancia inclinada sobre él.
—Shaoran... ¿qué... qué haces aquí? —preguntó ella confundida.
Él no pudo contestar, es decir; iba a hacerlo y tenía toda la intención de decir algo, pero verla con la luz de la mañana, tan hermosa y sonrojada... las palabras se perdieron en su mente y en sus labios.
—¿Shaoran?
El muchacho reaccionó más lento de lo que hubiera querido, se puso de pie y la miró de arriba a abajo como si no pudiese creer que ella estuviera allí. Avanzó con paso pausado hacia ella, que estaba totalmente petrificada, y la abrazó. La pegó a su cuerpo y apoyó su mentón en la coronilla de la muchacha.
—Perdóname, no quise lastimarte... y ayer... es decir, hoy por la noche... Sakura, te extrañaba tanto que... no debí, pero...
—Está bien —dijo ella poniéndose totalmente roja al recordar lo que había sucedido en la biblioteca—. Solo me asusté un poco.
—Lo sé. Soy un idiota, tú misma lo dijiste ayer y me lo dijiste antes en el vagón —soltó él sin pensarlo.
Sakura supo que ese era el momento. La verdad era que lo había estado pensando toda la noche y al final se había dado cuenta de que no estaba preparada. Sabía que Shaoran iba a enojarse mucho si se enteraba del engaño que ella le había hecho y... se enojaría tanto que probablemente no le hablaría y se pondría más terco en cuanto a dejarla ayudar; la enviaría a China con toda seguridad y, justo como había dicho la pondría en una caja de cristal rodeada de su clan, además de que, con toda posibilidad, eso mermaría un poco su oportunidad para saber más de él y estar con él a su ritmo. En conclusión, el mentir le daría un poco más de independencia para actuar como ella prefiriese. Así que había conversado por mensaje con Mei Ling por la madrugada y ambas habían llegado a la misma conclusión:
—¿Vagón?... ¿a cuál vagón te refieres?
Shaoran se quedó paralizado con los brazos alrededor de la muchacha percatándose de que su hipótesis no había sido la correcta. Ella no recordaba nada y eso... lo rompió por completo. Ya se había hecho a la idea de que cuando todo terminase y la buscara, ella no tendría recuerdos, pero enfrentarse a esa realidad era muy distinto a solo pensarla.
La soltó de inmediato y se alejó como si acabara de quemarse con algo. Sakura se sintió un poco vacía, pero se dio ánimos. Lograría hacerlo.
—Yo... no... —comenzó él sin saber exactamente cómo abordar la situación. ¿Cómo rayos iba a explicarle las razones que tenía para haber hecho lo que hizo la noche pasada? Se pasó ambas manos por el cabello y ella lo miró con un dejó de intriga en su mirada.
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El lobo contra la flor
FanfictionCapítulos cortos. Advertencia contenido adulto. Shaoran Li (Lang) ha logrado ganar el honor de ser el transportista de una preciada carga perteneciente a la zona siete de los ¨Cazadores de hechiceros¨, y él cumplirá con su palabra y tomará el pape...