Shaoran acarició el rostro de la muchacha y apretó los labios al tiempo en el que llegaba lo más lejos que podía en ella. Sakura gimió al sentirlo por completo y le sonrió mientras él le acariciaba con las manos todo el cuerpo y permanecía dentro de ella sin moverse, como si le diera tiempo de acostumbrarse a la rigidez y al calor de sus cuerpos unidos.
En el instante en el que él se movió un poco hacia afuera y volvió a entrar en ella, la joven jadeó y arqueó la espalda, pegando su pecho y su abdomen a los de él. Shaoran movió una de las piernas de la muchacha un poco hacia arriba para abrirla más, la besó y ella jadeó dentro de su boca cuando él comenzó a moverse ligeramente más rápido que antes.
Él no dejó ni un solo espacio de piel libre de su boca o de sus manos y ella no podía entender que eso pudiese estar pasando. En verdad sentía que podría estallar en cualquier momento y justo cuando estaba a punto de hacerlo, Shaoran salió de ella y la observó con una expresión de interés.
—Te quiero arriba —casi le exigió en un murmullo y ella lo empujó hacia un lado, obediente, y se colocó a horcajadas sobre él, no sin antes mirarlo de arriba a abajo y maravillarse por lo bien que se veía.
Shaoran era la persona más sensual que ella había tenido el gusto de conocer... y, a pesar de lo que se pudiese creer, las marcas en su pecho y en su abdomen, solo enaltecían la belleza masculina y su atractivo físico.
Sakura introdujo el miembro erecto dentro de ella y comenzó a bajar y a subir, con los ojos cerrados intentando no sucumbir ante el placer que sentía y que aumentó considerablemente cuando él se sentó en la cama, la abrazó por la cintura y la besó con fuerza antes de atraerla contra él con movimientos más rápidos y rudos. Le besó en los costados del cuello y la muchacha echó la cabeza hacia atrás; él aprovechó para inclinarla un poco en la misma dirección y poder besar sus pechos que quedaron a la altura de sus labios. Sakura se aferró a los hombros de él y comenzó a perder el sentido y el control de los sonidos que dejaba salir de su boca. Era inexplicable y también increíble la manera en la que se sentía conectada a él, como si cada cosa que ella deseara, él la supiera y visceversa.
Shaoran se acercó a la orilla de la cama y bajó ambos pies al suelo, elevó las caderas de la muchacha y la obligó a colocar las piernas, que hasta ese momento estaban dobladas, estiradas tras él, de manera que la muchacha no fuera a acalambrarse por la posición anterior y la exigencia de sus movimientos.
De esa modo, ella logró sentirlo mucho más profundamente que antes, casi como si todo dentro de ella se estirara para él y, a diferencia de lo que pudo haber pensado, se sentía incréiblemente bien.
Shaoran comenzó a moverse con ella encima y sin dejar de mirarla mientras su aliento se mezclaba con el de la joven, apreció cada movimiento que ella correspondía con embestidas firmes. Su pulso se aceleró al notar que el calor dentro de ella había aumentado y comenzó a creer que no duraría mucho más, a pesar de que le habría encantado poder hacerle el amor durante toda la maldita noche... pero ella era tan increíble, tan intensa y a la vez tan delicada, que le costaba mucho intentar no terminar dentro de ella para marcarla físicamente como suya y de nadie más.
La muchacha comenzó a hacer sonidos diferentes a los que él le había escuchado antes y mucho más fuertes que los anteriores, cosa que lo hizo sonreír porque estuvo consciente de que ella estaba a nada de llegar justo a donde él la quería llevar. En un intentó de sentirlo más cerca, ella volvió a hincarse en el colchón, lo empujó hacia la cama y comenzó a moverse sobre él aún más rápido que antes. Shaoran la sujetó de la cintura, la haló contra su cuerpo y viró con ella para quedar sobre la muchacha de nuevo y brindarle una poderosa embestida que la hizo temblar, gritar y gemir con tanta intensidad que Shaoran tuvo que morderse el labio para intentar concentrarse en alguna otra cosa que no fuera ella cerrándose compulsivamente alrededor de él. Volvió a empujar con fuerza y la besó justo en el momento en el que ella tuvo el orgasmo, para absorber los gemidos y jadeos de sus labios mientras la abrazaba con fuerza. Él esperó a que el placer la llenara y segundos después, cuando la sintió relajarse en sus brazos, se introdujo dos veces más en el calor de su cuerpo y el oleaje de éxtasis lo alcanzó también; tembló inevitablemente contra el cuerpo de la muchacha al sentir cómo se perdía en el mar de sensaciones que solo Sakura le había hecho conocer. Ella se aferró a su espalda y lo besó con urgencia.
Shaoran, con la respiración descontrolada, descansó la frente en el hombro de la muchacha y negó con la cabeza. Realmente no podía creerlo... estaba absolutamente anonadado y sorprendido por la intensidad de las emociones que lo habían atacado. Jamás se había sentido tan vivo y tan lleno... y tenía que aceptar que ese, había sido y sería... el mejor momento de su vida.
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El lobo contra la flor
Fiksi PenggemarCapítulos cortos. Advertencia contenido adulto. Shaoran Li (Lang) ha logrado ganar el honor de ser el transportista de una preciada carga perteneciente a la zona siete de los ¨Cazadores de hechiceros¨, y él cumplirá con su palabra y tomará el pape...