El lobo contra la flor

El lobo que nadie conoce

Shuji se llevó las manos a la garganta al darse cuenta de que no podía respirar y, usando lo que tenía de energía, hizo un escudo para protegerse y cayó al suelo.

Shaoran se giró y con movimientos diestros, asesinó a los sujetos con batas que miraban la escena petrificados, porque nunca había pasado nada como eso. Se giró hacia la muchacha que estaba en el suelo y avanzó hacia ella con paso decidido.

—Sakura —dijo y levantó la parte superior del cuerpo de la muchacha, que pudo enfocarlo por fin.

—Sha... Shaoran... ¿qué...? 

—No hables —le dijo él con la mirada nublada al verla tan herida—. Mírame. 

Ella asintió como pudo y él pegó su frente a la de la joven.

—No... no deberías... estar...

—No puedo... no puedo dejarte... no puedo permitir que te hagan daño. 

—Estaré bien... necesitas... necesitas...

—No, yo estaré bien. La que necesita ayuda eres tú.

Buscó con la mirada a Nakuru y a Spinel que, sin saber qué hacer, lo observaban confundidos.

—Ruby y Spinel te protegerán mientras activo las aguas del tiempo. 

—¡Qué! —preguntó la castaña—. ¡Shaoran... eso no era parte del plan! Entiendo que quieras ayudarla, pero...

—¡Es una orden! ¡Solo necesito tiempo! ¡Consíganmelo! —y con el tono más tranquilo, miró fijamente a la guardiana—. Confío en que cuidarán lo que más quiero.

La muchacha de las alas miró a Spinel que le regresó la mirada con incomodidad.

—Sakura —dijo él y la besó en la frente—, sé fuerte... sé que puedes hacerlo. 

—Yo... lo intentaré.

Shaoran sabía que no tenía mucho tiempo antes de que los efectos de haber separado a los individuos, de ella, acabasen.

—Mírame —le ordenó de nuevo cuando ella cerró los ojos—. Sakura, mírame.

Los espejos verdes encontraron los ámbar de él; se inclinó y la besó para compartirle todo lo que había en él para ella, todo lo que deseaba que ella tuviera de él. La joven absorbió un poco de su energía y él se lo permitió. Se separó solo un poco y susurró contra sus labios:

—Te amo... y te amaré por siempre. Te necesito, por favor. Necesito que seas fuerte, ¿de acuerdo? 

Ante sus palabras, los ojos de ella se llenaron de lágrimas y pareció recuperarse un poco. Asintió y tocó la mejilla del muchacho.

—Te amo —contestó con emoción contenida y él sonrió; se quedó por unos cuantos segundos más y con todo el dolor de su corazón, volvió a desaparecer. 

Sakura observó a la nada y, de pronto, notó que su cuerpo estaba libre de las agujas, de las heridas y de las cadenas. Nakuru se acercó y la ayudó a ponerse en pie. 

—Sé que no debería haber sucedido esto —susurró ella sin dejar de mirar a la joven de las alas que le sonrió con gesto preocupado e inseguro.

—Me parece que el no hacerlo igual iba a resultar contraproducente. Shaoran no podía concentrarse sabiendo que no estabas bien... sus sentimientos por ti son tan fuertes que le nublaron el juicio.

—¡Ruby! —dijo el enorme felino colocándose en posición de batalla—. ¡Ya están reincorporándose!

La joven se giró y miró a la mayor parte de los sujetos alrededor de ellos poniéndose en pie y mirarlos con gestos iracundos.

—Déjalos que vengan —susurró con voz grave y presencia fuerte.

N/A: Hola a todos! Espero que la historia les esté gustando, estoy esforzándome mucho para poder subir los capítulos porque he tenido mucho trabajo. Les agradezco a todos por sus comentarios y sus votos. Un beso y un abrazo.