Capítulo 6 parte E

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Candy tocó el esférico hacia delante para entregárselo a Sandra. Ésta se lo llevó, abriéndose por el costado derecho y haciendo que las rivales dejaran un poco sus lugares, y permitir así que sus compañeras se posicionaran para darles el balón.

Por supuesto, los toques no esperaron, y por segundos se estuvo burlando a las rivales.

En la primera oportunidad, se atacó, siendo la jugada con Sandra. Ella recibió el balón, y cuando la contraria se le acercó, se vio a Candy colocada cerca del área chica y a ella se le entregó el servicio.

No obstante, la rubia estaba tan nerviosa y sentía las piernas entumidas que no alcanzó la bola, cayendo ésta en propiedad enemiga y siendo la primera sorpresa para Anthony ya que difícilmente la rubia dejaba perder un balón.

Bueno, pues así transcurrieron los primeros cinco minutos, sintiéndose los dos equipos incómodos y viéndose la bola rodar de un lado para otro.

De pronto, en uno de esos rebotes, el balón cayó en Molly, la mediocampista visitante, la cual, al ver la ventaja en su equipo, le entregó nuevamente el pase a Candy.

Ésta tuvo que correr para adueñarse del balón; sin embargo, la jugadora con jersey número 6 de Columbia la tenía de espaldas y le robó la pelota fácilmente, entregándosela a sus compañeras y hacer de ésta, la primera anotación por parte de Eliza.

La rubia se sentía aturdida y los gritos de Anthony animándola parecían no tener efecto alguno.

Con la celebración del gol, la pelirroja pasó muy cerca de Candy y le dedicó una sonrisa burlona; en cambio, sus compañeras le aplaudieron y la alentaron al decirle: "Tenemos tiempo o no hay problema, nosotras podemos"... empero, desde afuera Candy también podía sentir las burlas de Neil el cual entre labios le decía: "Fraude".

Con eso, la rubia sintió la sangre hervir, pero le daba la razón, porque así se sentía y su autoestima comenzó a atacarla haciéndola preguntarse a sí misma... y ¿si tiene razón? ¿si sólo me estoy engañando y engaño a los demás?

Pero entre una cosa y otra, en los primeros 45 minutos Candy no pudo hacer gran cosa, sino provocar más y más las burlas de los Legan y el resto de aquel equipo.

Para cuando el tiempo de descanso llegó y se reunieron en las bancas, la rubia recibió un fuerte llamado de atención por parte de Anthony.

— ¡¿Qué pasa contigo?! ¡No has podido controlar un solo pase, simplemente corres de arriba abajo como cabrito desbocado! ¡y yo no quiero que corras, yo quiero que juegues, que definas! ¡Y dímelo de una vez si puedes hacerlo porque si no hago tu cambio, al fin y al cabo, hay demasiadas chicas esperando en banca!

— Es que...

— ¡Es que nada! ¡Mírate! ¡Estás tan llena de miedo que no sabes como controlarlo!

El rubio se detuvo porque supo que estaba perdiendo el control, por ende, suspiró para relajarse y proseguir más calmado:

— Yo sé que esto, es un simple juego ¡no hay nada que perder, no hay que ganar! pero míralo de esta forma: estamos aquí para que les demuestres de lo que eres capaz. De que puedes y que eres mejor que todas ellas; entonces, no permitas que el idiota ese de Legan te moleste más con sus palabras. Demuéstrales que eres competente... ¡una profesional!

— Sí, yo... lo siento.

— Está bien, linda — dijo él y la abrazó.

En eso, el silbato sonó indicándoseles pasar de nuevo al campo para reiniciar el partido en su segunda mitad.

Comprendiendo Candy que todo lo dicho por Anthony era cierto, se animó diciéndose que ¡Sí, ella era buena porque sabía jugar mucho mejor que la burlona de Eliza y... ¿por qué no? hasta conocer más del deporte que el hígado de Neil!

Las chicas ocuparon sus lugares, pero ésta vez, ya que Candy tenía demasiadas energías para correr, Anthony le ordenó cambiar de posición con Molly, la mediocampista, y que la rubia desarrollara las jugadas.

El marcador era 2-0, favor Locales y su turno de hacer el saque que se hizo al sonar el silbato; y mientras la bola rodaba, Candy se propuso:

— Debo empatar por mí; por el equipo y por... —, sacudió su pensamiento para corregir: — por Anthony.

Sin embargo, el balón ya estaba en juego cuando Terry hizo su aparición. 

Mi Querida CampeonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora