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CAPÍTULO 26. DANIEL

El interminable juego de las canicas había terminado. Por fin. Había sido divertido, a Valen le encantó y todo eso, pero me llené de barro los pantalones y me encantaban. Temía que no se fuera bien la mancha, sobretodo porque la colada se dejaba a cargo de un servicio que venía los domingos, y para eso quedaba demasiado.
    —No va a salir. —dije refiriéndome a la condenada mancha.
    —Tío, relaja, la vida es dura.
    —Es mi pantalón de Justin Bieber. No mola que se eche a perder.
    —Problemas de ricos. —dijo Tobías acompañándolo de un movimiento repelente de la mano.
    —Voy a llamar a casa. —anuncié.
    —Así me gusta, utilizando por fin a tu compañero, ya pensaba que rechazarías mis servicios como los aplicados a la causa de TeDI.
    —¡No he tenido tiempo!
    —¡Pues hay personas que llevan ya dos encargos! —puso una voz aún más insoportable que su gesto de antes y lo ignoré—. Esta noche voy a recoger encargos, ¿vendrás?
    Negué con la cabeza.
    —Es la barbacoa de los viernes.
    —Eso es a la comida.
    —Me han dicho que se alarga hasta cena después de los paseos en barca. —le expliqué tirando los pantalones en el cesto de la ropa sucia de nuestra cabaña.
    —Genial, me abandonas.
    —Calla y pásame el móvil.
    —Llámalo dispositivo de alquiler.
    Bufé, pero me lo dio igualmente.
    Tecleé el número del fijo y empezó a conectar.
    Cuatro pitidos más tarde, contestó la voz aguda de mi hermano pequeño.
    —¿Diga melón?
    —Soy yo Eloy.
    —Hola yo, has tardado mucho en llamar. —dijo acompañando sus palabras de un gemido triste y falso.
    —Lo intenté antes, pero no he podido.
    —Vale, ¿qué quieres?
    —Hablar contigo, me tienes preocupado.
    —¿Por? —sonaba aburrido—. Me he comido todas las verduras de Alicia. Estaban aceptables.
    —¿Pero te sientes solo?
    —¡¿Cómo me voy a sentir si no?!
    Apreté la mandíbula.
    —Cualquier cosa que necesites pídesela a Alicia. Papá y mamá llegaran el día dieciocho y se quedaran hasta final de mes contigo.
    —Ya lo sé, está apuntado en el calendario de la nevera. Pero no estarán cuando tú vuelvas.
    —Irán a ver a los tíos a París y ellos vendrán después para irnos de vacaciones. —agité la cabeza—. Pero no te llamaba para esto.
    La puerta de la cabaña se abrió y Tobías y yo nos giramos inmediatamente, alarmados por el secreto. Gracia de Dios no fue ningún monitor y pudimos respirar tranquilos.
    —Hola chicos, veo que ya estáis haciendo ilegalidades. —anunció mi novia.
    La miré un segundo para indicarle que hablaba por teléfono y saludé con la mano. Volví la mirada rápidamente otra vez, maravillado por el vestido que llevaba. Era blanco y vaporoso con unos bordados en la parte de abajo, los tirantes estaban hechos con millones de hilos de colores igual que el corpiño. Le encajaba como un guante, acentuaba de manera discreta su curvas y era... brutal.
    Tapé el dispositivo de alquiler con la mano escuchando amortiguados los gritos de Eloy tras quedarme un rato embobado.
    —¿De donde has sacado eso? —le dije humedeciéndome los labios.
    —¡Te gusta! —exclamó dando una vuelta e hinchando su vestido como una magdalena—. Me lo ha hecho Em, es la mejor. Le he pedido otro para mi cumple y aunque pensaba que me iba a decir que la explotaba, ha sonreído y empezado a dibujar bocetos exclusivos para mí. Le he dicho que se haga una cuenta de Instagram para enseñar su talento y entonces si que ha sido muy ella y me ha echado quedándose solo con Alejo. Lo prefiere a él.
    —¿Y Pol? Vamos a ir ahora a jugar al vóley, necesitamos gente —pregunté.
    —Cierto, los del otro lado de la montaña son muy buenos. —agregó Toby.
    —¡Pues entrenáis! ¡Que parece que sin mí no podéis hacer nada!
    —¡Es que no podemos! —exclamó mi compañero.
    —No voy a ir, voy a ayudar con Thess a preparar la barbacoa, somos voluntarias. Pero aún no ha llegado, está con Pol.
    —¿Todavía no? —pregunté levantando la cabeza moviendo mi pelo.
    Valen asintió con la cabeza y encaró las cejas mientras Toby gritaba algo de que nos robaba jugadores. Entendí algo tarde que se refería a la llamada. Di un respingo.
    —Serás pirata —me insultaba mi hermano—. ¡Me llamas y luego me ignoras! Dime lo que quieras y te cuelgo. ¡Pero yo! Que estoy cabreado. Date vida.
    —Vale, perdón, colega. Te quería decir que te puedes ir a dormir con Samu cuando quieras, Ruby tendrá ganas de verte.
    Samuel era mi mejor amigo, y el segundo de Eloy. Su primero no era yo, trágicamente, sino la hermana de este, Ruby. La verdad es que era un chica top, muy maja.
    —Yo no conozco a Ruby —se quejó mi novia—. Mándale saludos a mi Rojas favorito.   
    —Me puedes saludar tu misma —dije sonriendo de miedo lado.
    —No seas creído Dani —Aunque no os lo parezca era Toby—. Seguro que tu hermano es una versión mejorada de ti.
     —Lo es. —dije mirando el movil con orgullo.
    —Oye, ¿y tú por qué no sientes extrañeza por e, móvil? —le preguntó mi compañero de cara redonda a mi chica mientras terminaba de hablar con Eloy.
    —¿Quién te crees que soy? Estaba en la fiesta de ayer y me disteis una tarjeta. Luego Daniel me contó toda vuestra excursión.
    —No es ninguna excursión, es mi trabajo.
    —¿Y el resto del año?
    —Tengo veinte años, ¿cuantos ingresos necesitas tú?
    —¡Yo tengo dieciocho!
    —Parecéis dos críos. —les dije tras colgar.
    Toby me miró confirmando mis palabras con su expresión y Valen apretó los labios y suspiró rendida.
    —Y yo tengo que escuchar esas cosas. ¡Precisamente yo! —se marchó en dirección a la puerta, y cuando pensábamos que daría un portazo, se volvió con una sonrisa de maléfica—. Voy a formar un equipo imparable con las chicas. Emma, Thesa, Maca y yo. Zasca, os fastidiáis.
    —¡Nosotros seremos mejores! —trató de defendernos Toby.
    Nos miramos lentamente, y tragamos saliva.

***
Hola.
Siento que ayer no pudiera publicar capítulo, me falló el wifi. Así que ahora os subo este y en media hora el siguiente.
Espero que os guste 😊

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