73

6 4 2
                                    

CAPÍTULO 73. ¿TIENES MIEDO?

—Sí, claro, claro que tengo miedo. Estoy aterrada —le contesté a Valentina—. Mañana nos vamos y ni siquiera soy capaz de asimilarlo.
—Ha sido mucho tiempo —dijo ella desde la litera de abajo.
—Lo sé, ¿pero tú crees que si hubiera sido una semana nos habría marcado igual?
—No, habría sido un campamento normal, donde vives aventuras que recordarás con cariño y esperarás hasta el año siguiente. Pero me da la sensación de que esto no va a ser cosa de recordar...
—Va a cambiar nuestra vida —acabé por ella.
—Sobre todo la tuya, Thesa —sus palabras amortiguadas por los listones que nos separaban, lograron calar en mí.
TeDI ya había cambiado mi vida, no solo iba a hacerlo, porque estaba claro que aún iba a dar un giro de muchos grados.
Antes de llegar a ese lago creía que yo debía superar la fobia por mi cuenta, que no necesitaba de nadie. Tal vez solo de la guía de Vera. De cualquier otra forma no habría sido un éxito rotundo. Pero ahora, después de ese verano, había entendido muchas cosas: dejarse ayudar no es malo, para nada, es más bien todo lo contrario. Y las victorias con ayuda pueden ser igual o más satisfactorias. TeDI no había acabado con mi fobia, aún me quedaba trabajo, pero logré superarla junto  a la persona más idónea para ello. Con él todo era natural y con el resto del mundo cada vez más. Estaba consiguiendo esos objetivos de los que tanto me había hablado Vera. ¡Y con el paulatinamente!
—¿Sabes cómo lo vas a hacer con Pol?
Me hundí más en mi cama, sonriendo, porque contarle todo lo nuevo a Valen fue liberador, era mi amiga y me iba a apoyar aunque pensara que había hecho cosas mal. Y siendo sinceros, todos pensábamos que había hecho algo mal.
—No lo hemos pensado, creo que el plan es dejar que, no sé, fluyan las cosas.
—Es horrible que no viváis en la misma ciudad, yo no me puedo imaginar tener a Daniel lejos. Sería realmente horrible, casi tanto como perder la voz.
Alcé, más si cabía, las comisuras de mis labios.
—Lo puedo imaginar, perder la voz debe ser horrible.
—Fíjate en Ariel, yo no tengo claro si haría tantas cosas por un chico.
—Ya, es demasiado, además dejarles ganar siempre en las discusiones por no poder defenderte como es debido debe ser agotador  —El pensamiento de que Pol no dejaba que naciera del centro de sus ser una buena discusión, arremetió contra mí. Eso habría que mirarlo.
—¿Te das cuenta de que tenemos las dos novio? ¡Tienes novio Thesa! ¿Lo has pensado?
Pensé, porque no lo había hecho antes, y bueno, sí, tenía novio. NOVIO, con las cinco letras. Sentí la emoción extenderse por cada célula de mi cuerpo. Esa palabra con la que tantas veces había soñado, era cierta. Cierta en mí. Yo, Thesa Lagos, había logrado aquello con lo que casi ni podía soñar.
—Creo que nunca llegué a imaginarme de verdad lo que es tener novio, es algo más que ser amigos, implica tener algo con alguien que te relaciona con él. Buah, me lo estoy imaginando y me gusta mucho. Pol y yo tenemos algo juntos, algo nuestro —me llevé las manos a la cara cayendo en algo—.  Valen, necesito consejo, ¿son tan difíciles las relaciones como dicen?
La escuché sentarse sobre el colchón.
—Es una buena pregunta, Thesa —soltó un sonidito alegre de su garganta—. Es muy gracioso porque instintivamente te voy a decir que no, que no son tan difíciles. Así a primera vista me llegan las cosas buenas, los momentos tan increíbles que hemos vivido Daniel y yo juntos, pero caray, pienso más y... Para mí creo que fue más duro el tiempo de antes de salir que luego la relación en sí. Fueron tantos años desando algo que no sabía con certeza si iba a llegar. Llegué a tratar de olvidarlo por completo, pero el destino ya tiene las cartas echadas y te llegan en el momento junto. Pero supongo que cada relación es un mundo. 
¿Estaba teniendo cierto déjà vu entre sus palabras y mi fobia? ¿Que si me sonaba lo que es renunciar a algo después de años de incertidumbre, anhelo y sufrimiento? Porque sí, yo sufrí mientras rogaba superar mi hafefobia y Valen sufrió mientras vivía un "ver pero no tocar" con Daniel. Yo no había pasado por eso, pero supuse que esperar al momento perfecto cuando tienes a la persona a la que quieres tan cerca, debía de ser duro. Tener miedo a dar un paso en falso que pueda alterar todos tus deseos. No, no tiene que ser agradable y mucho menos fácil. Como tener una chuche delante de tus ojos, tan cerca que con estirar la mano podías rozarla con los dedos, podría ser tuya. Pero, hay algo que te impide tenerla. Y la cuestión es: ¿realmente hay un momento perfecto y oportuno para que las cosas pase, hace falta esperar o lo hacemos por miedo? Esperamos y esperando, soñamos y volvemos a soñar con lo mismo... pero... ¿es por qué actuar de forma precipitada puede conducir a error o somos nosotros mismos los boicoteadores?
—Después, durante esos meses de sí...no, lo pasamos mal de verdad. Yo no podía darle lo mejor de mí y él se lo merecía todo. Fue complicado entender que el pasado me había hecho ser quien era y... que esa persona no era la definitiva. Los restos de momentos no son tú, son los pies sobre los que vas a construir a esa nueva persona.
—Dios, Valen ¿te he dicho ya que eres increíble?
Escuché sin ver como salía de debajo de las sábanas y puede que en segundo o primer escalón se subiera para poder mirarnos después de horas de conservación.
—Somos Simples, Thesa —se encogió de hombros—. Ser increíbles es parte de nuestra naturaleza.
Y nos empezamos a reír porque sí, eso iba a acabar y nadie estaba preparado.
—Somos increíbles —añadí uniéndome a su momento de amor propio.
De hecho, todo el mundo debería decirlo en voz alta: Soy increíble siendo simplemente yo. ¿Lo has dicho? Porque es completamente cierto. Dilo otra vez para que no te queden dudas.
Sus ojos castaños se encontraron con los míos.
—Sí, y tienes que prometerme que quedaremos y me ayudarás en la búsqueda de más Simples.
Me tendió su meñique y no me hizo falta obligarme, era lo que quería.
—Claro que sí, Valen, te lo prometo por Snoopy.
Afianzamos nuestra promesa de la mejor forma posible y los ojos de mi amiga se iluminaron, estábamos pensando lo mismo:
—Eso ha sido tan Pol.

***
A mí este capi me parece muy mono.
Y... no sé, se huele ya el final.

Simplemente ThesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora