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Luego de una eminente derrota por parte de Sergio en todos los juegos propuestos por él mismo, finalmente se puso manos a la obra, quería cocinar algo especial para Mesut pero que a su vez sea sencillo y que no ensucie muchos, en otra situación se esforzaria más pero esta cansado y con un mal genio al no poder ganarle en nada al turco, no se toma muy bien el tema de perder.
tras un breve interrogatorio a Özil sobre las cosas que come y las que no, se decidió por preparar unos fideos salteados.

Sergio comenzó picando los tomates, que ya había lavado mesut, quien lo intentaba ayudar con lo que podía, Özil es un chico muy patoso pero tenía el entusiasmo suficiente como para servirle de ayuda al español, Ramos escucha atento cada palabra dicha por el turco, quien a su vez trata de comprender cada indicación que le da el defensa, se comunican como pueden pero ambos están cómodos en ese delirio que los envuelve cada vez que están juntos, después de las anteriores semanas, Mesut dejo un poco su timides, ahora bromea más con los chicos del equipo, incluso es más receptivo con las muestras de afectos, da y recibe muchos abrazos, y también golpes, todavía es algo receloso de su cuerpo e intimidad pero ya no es tan caótico para el jugar con los otros, claro que hay excepciones, Sergio todavía es un dilema en su vida, si bien ahora se arriesgar a tener más contacto con él, los sentimientos son diferentes, cosquilleos, atracción, vergüenza, no sabe como procesar la información, le hierve la sangre cuando lo ve desnudo en las duchas y solo puede pensar en como desea besarle cada vez que hablan.

- ¿Tu sabes cocinar, me? - la voz del español lo saco se sus pensamientos.

- Mm algo saber - dijo lavando lo último que le quedaba, se acercó a Sergio para darle las verduras que faltaban, dando por finalizada su tarea.

- Ven te voy a enseñar - "que cliché", pensó Mesut, esto es ridículo, claro que sabe cocinar, pero uno por amor es capaz de dejar su dignidad a un lado.

Mesut dejo que Sergio tomará todo el control, a propósito cortando mal los alimentos para que el español le de una "clase" de cocina.

- No, no, no, esto esta todo mal Me, deben cortar la cebolla en trozos más pequeños - se ubicó atrás del turco, tomo tu mano izquierda y comenzó a giarlo con delicadeza, Mesut podía sentir como subía y baja el pecho de Sergio contra su espalda, cada respiración que acariciaba su cuello, la presión de sus manos, incluso la diferencia de altura, esta feliz de dejar su dignidad por unos segundos.

- Ya entendí como hacer, gracias - lo dijo con una voz chica, tratando de apartarse un poco del causante de todas sus demencias, quiere sentirlo más pero no puede, no debe.

Así estuvieron durante la preparación de la comida, pequeños roces, charlas divertidas y risas por cada cosita que hacían.

Cuando finalmente la cena estuvo lista, Sergio le pidió a Mesut que acomodara la mesa del comedor, mientras él servía los fideos sobre los platos, no solía usar esa mesa pero hoy era distinto, quería crear un ambiente hogareño, por lo general suele usar la mesita ratona que está en la sala de estar, a veces se siente solo estando en esa gran mesa, Sergio oculta su soledad en la inmensidad, el ego y la violencia nace de ese sentimiento de no ser nadie.

Desde que llegó al Madrid, Ramos se percato de una rutina en su querido Mesut, siempre durante los almuerzo, Özil se toma un tiempo para salir del comedor y poder rezar lejos de sus compañeros, lo descubrió tras una especie de guerra civil con Mourihño, el míster lo castigo por contestarle y no hacer bien los entrenamientos, lo condenó a organizar todo lo que habían utilizado durante los entrenamientos, al volver del castigo, noto al turco cerca de la puerta del comedor, con las manos extendidas y los ojos cerrados mientras susurraba, Sergio decidió no molestarlo ni comentar esa situación con nadie, le daba tanta pena saber que Mesut se avergüenza, o aún peor, que no confía en ellos, en él, creía que con el tiempo y con su integración al grupo dejaría de ocultarce pero nada cambió, así que hoy estaba decidido a hacerlo sentir tan como como el pudiera. Llevo los platos a la mesa, perfectamente colocada, Mesut es una persona muy perfeccionista, contrastando con Sergio, que poco y nada le importaba que las cosas se hagan bien,  siempre que funcione es suficiente para él, coloco los platos y espero un poco, quería ves si Mesut se tomaría un "receso" como acostumbraba, cosa que efectivamente trató de hacer, amago con levantarse se la silla para ir al baño pero Sergio no lo permitió.

- ¿Es raro si... te pido que bendigas nuestra comida?- Mesut lo miro estático, no había una expresión fácilmente reconocible en su rostro, no estaba molesto pero tampoco feliz, cosa que puso nervioso al español, quizás lo había ofendido.

- No ser católico, creo que ser obvio ¿no?- sonrió de costado mientras se comodaba en el asiento- Yo no saber que decir- dijo con incomodidad.

- Y yo no soy musulmán Me, creo que también es obvio - se río por el comentario del contrario- solo que me gustaría que lo hicieras- el menor lo miro por unos segundos, analizando cada detalle.

- ¿Por qué?- lo dijo seco y con seriedad, no le gusto mucho la propuesta, pensó que quizás, Sergio, luego lo tomaría a burla, en el equipo muchos eran así, se picaban hasta por la ropa que usaban, no le molesta eso pero su fé es otra cosa, no es una broma, su corazón se partiría en dos sí su gran amor se burlara de él, no podría soportar algo así.  

- Se que es importante para ti y tu eres importante para mi, solo quiero que sepas que esta bien - lo tomó de la mano - además ill'o, alguien tiene que implorar por mi alma ¿sabes?, me gusta maltratar jugadores en el campo, dios me libre de las patadas que le he dado al pobre de Messi- bromeo mientras soltaba su agarre, vio como le cambio la cara a mesut, ahora si lo podía distinguir, esta feliz.

- Es verdad, además de los insultos que le sueltas a Guardiola- comento divertido - Esta bien, lo voy a hacer- sonrió con una ternura que casi mata al rubio.

Se cómodo nuevamente, extendió sus manos y cerró sus ojos, cundo ora, suele arrepentirse de sus pecados, pero en esta situación no puede decir algo así como: "perdón por tener deseo carnales hacia mi compañero aquí sentado, perdón por pensar en mil y una cosas indecentes, perdón por verlo desnudo o perdón por desear que toque cada parte de mi cuerpo", no le quedaba otra que improvisar un poquito.

- Gracias por estos alimentos de dudosa procedencia y cocción- bromeo un poco.

- Voy a matarte, uno trata de ser amable y así lo tratan- también bromeó, Sergio estaba con los ojos cerrados, imitando la postura de Mesut.

- Dejar continuar, maleducado - Iker le había enseñado esa palabra, le dijo que era la indicada para describir al rubio - Como decir, gracias por los alimentos, la buena compañía y te pido, señor, que nos acompañe en nuestro próximo partido, mi primer partido, también pido por el alma de Sergio, perdonar cada patada dada y que no le saquen tarjetas rojas, satāl.- Abrió los ojos y vio a Sergio aún con los ojitos cerrados, le parecía tan tierno, no entendía que ya había terminado su pequeña oración, le tocó la mano para indicarle que ya había terminado, Sergio le sonrió y procedieron a comer tranquilos.

- Mm, creer que tu mentir pero esta rico - mesut se quedó fascinado por el sabor, nunca había conocido a ninguno hombre que cocinara tan bien, su hermano solía cocinar para sus hermanas y él pero no era bueno en eso.

- Yo jama' te mentiría me - dijo burlón.

- ¿me estas mintiendo?-  pregunto al ver la cara pícara de su compañero.

- Sip, por supuesto que si- habló con la boca llena de fideos, estaba contento de poder disfrutar esta cena con Özil.

Toda su noche había sido increíble, de verdad aprecia mucho al turco, esta comprometido con la causa, tiene que ser su pareja, así puede cuidarlo dentro y fuera del campo pero debe ir con calma, hoy mientras se excusaba con "enseñarle" algo de cocina a Mesut, sintió un deseo infernal de arrebatarle toda la ropa, se sentía mal por pensar de una forma tan animal sobre su pequeño pero no podía evitarlo, como le cedía el control de la situación, como ladeaba la cabeza, parecía que ronroneaba por el tacto, dejando expuesto todo su cuello, se moría por morderlo, que todos sepan que es solo suyo, que nadie lo toque, ni lo mire, no es correcto tener esos pensamientos, lo sabe, no por el hecho de que Mesut es un hombre, es más por ese sentimiento violento que lo invade, como cuando lo ve con Casillas, esos celos que lo quema cuando lo ve reír de los chistes de di maría, esa posesión cuando hace equipo con Kaká, esta loco, loco de amor por el, esta comprometido a volverlo suyo, prometió, ante dios, que marcaría "SR4" en su corazon y en cada parte de su cuerpo.

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