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- Joder, de verdad quería tomarme ese maldito café- Sergio se subió al coche apurado, con la ropa mal puesta y sin un zapato.

Realmente extrañaba tener sexo y hacerlo con Mesut lo volvió loco, duro más tiempo del que debía y su mañana se paso tan rápido que ni siquiera escucharon la alarma que les indicaban que ya era hora de salir, por casualidad Ricardo llamo a Özil para preguntarle si esa noche saldrían a comer como lo habían acordado junto a Pedro, sami y Karim, luego del entrenamiento de ese dia, lo que hizo que ambos cayeran en cuenta de la hora y lo jodidos que estaban, como pudieron terminaron sus asuntos, Özil se metio a bañar y Ramos se cambio de ropa tan rápido que olvidó ponerse el otro par de sus zapatos.

Mourinho les había pedido a todos sus jugadores que ese día llegarán temprano, tenía una sorpresa y no quería que se arruine.

- Si no ser tan bruto, quizás no llegar tarde- se rio Mesut mientras se sacaba los pantalones, el coche de Ramos tiene las ventanas opacas, así que la gente no puede ver al interior, Özil aprovecho el recorrido hasta la ciudad deportiva para cambiarse y ponerse la equipación para no tardar aún más.

- Quizás si no gritaras tan fuerte podríamos escuchar la alarma- el menor se puso rojo de inmediato- Aún que no me quejo, joder, quiero que vivamos juntos, ¿Sabes todo lo que te haría?- sonrió mientras miraba al menor y Mesut veía su vida pasar por delante de sus ojos, está seguro que no lo dejara descansar ni un segundo.

- Estás loco- susurro, aún que la idea de vivir con Sergio lo emocionaba demasiado.

- Bien que te ha gusta'o eh- sonrió triunfante, se siente orgulloso de sus habilidades en el sexo.

- Si- susurro- Por lo menos esta vez si ser conciente- soltó sin más, acomodándose las medias, Sergio lo miro por un momento, confundido.

- ¿A qué te refieres, chiquillo?- pregunto extrañado, Özil lo miro y sonrió, se acercó a él y le beso la mejilla.

- En la oficina de José, tener tanto miedo de que nos vean que estaba en shock pero me gustó, no preocupar, solo dolerme el cuerpo luego, como ahora- sonrió inocente.

- Mesut, eso es terrible, ¿Por qué no me dijiste que parará?- pregunto, sintiéndose un depravado por poner a Özil en esa situación, Mesut comenzó a reírse a todo pulmón, como si Sergio le hubiera contado el mejor chiste del mundo.

ramos aun se sentía muy culpable pero la risa juguetona de Mesut le dio a entender que de verdad no le importaba.

- Tu sabes que no te hubieras detenido, olvídalo, a mí gustar- dijo entre carcajadas, a duras penas colocandose las botas.

- Vale, no le digas nada de esto a José y si vuelves a sentirte asustado, quiero que me lo digas- Mesut nego con la cabeza, incluso si no quiere, Sergio siempre lo asusta.

Ramos miro la hora en el móvil y aceleró a fondo, haciendo que Mesut se cayera en su propio asiento, realmente iban tarde. El menor volvió a reír, sabiendo que el español jamás se detendría y estaba bien con eso, lo ama así, tonto y bruto.

Por obra y gracias del destino el camino fue relativamente rápido, no había tanto tráfico y Sergio aprovecho una oportunidad para ir aún más de prisa, colocando su coche detrás de una ambulancia con las sirenas encendidas, claro que otra circunstancia Mesut lo hubiera regañado por ser poco ético e inmortal pero en una situación de vida o muerte, dónde el señor José Mourinho es la parca, prefiere guardar sus opiniones para más tarde, el menor se miro por el retrovisor para asegurarse de estar peinado pero soltó un chillido ahogado de horror al ver todas las marcas de chupetones que tenía por el cuello, miro al español y este tenia algunas que el habia dejado pero su pelo ocultaba la gran mayoría de ellas o simplemente las disimulaba, en cambio, su pelo aun no era tan largo y las marcas resaltaban sobre su piel, quería pedirle a Sergio que se detuviera para comparar algún tipo de maquillaje que oculte las evidencias pero ya era demasiado tarde.

El arte de SerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora