El arte de Ser

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- Joder, ¿Pueden jugar bien de una puta vez?- dijo Iker quitándose lo guantes y tirando los al suelo, había practicado toda la semana pero los roces entre los capitanes solo habían empeorado en cada práctica, haciéndolas imposibles.

- Estás tú para hablar de jugar bien- le dijo Sergio mientras se acomodaba la diadema y volvía a su posición de juego, mientras los demás iban a buscar el balón que se había ido.

- Sigo siendo tu capitán, Sergio, si digo que no lo estás haciendo bien, no lo estás haciendo bien y punto- los muchachos estaban hartos de escuchar a Iker y Ramos pelear, era una actividad simple del gimnasio, ni siquiera era un entrenamiento oficial, solo los habían puesto a jugar para matar el tiempo.

- Eres el capitán cuando te conviene, ¿Donde estaba tu orgullo de capitán en cuartos de final?- lo miro con enojo, odia la persona en la que Casillas se ha convertido, alejado de sus amigos, prepotente y siempre a la defensiva, un completo imbécil.

- ¿Puedeis dejar de pelear? Ninguno es mejor que el otro y si siguen a si le pediremos a Mou que os quite la banda de capitán a ambos- les dijo Juanfran entre regunfuñeos, odia escucharlos pelear, nadie entiende que ocurrió entre esos dos pero está claro que fue malo, muy malo.

- Si me la dan a mí hago un genocidio en el campo, vamos pero que ni me lo pienso, se me va la olla con algo de poder- dijo Pepe intentando aliviar la pesadez de los últimos días.

Y es que ninguno de los capitanes había tenido una gran semana, Sergio y Mesut habían recibido la terrible noticia de que el parto de Mila se adelantaría unos cuantos días, coincidiendo con la vuelta de la copa del rey, esto suponía un problema para ambos, si perdían sería realmente doloroso y si ganaban no estarían realmente felices, además de que no podrían estar presentes en los últimos momentos de vida de la pequeña, las posibilidades de que Mila sobreviviera a la operación era escasa, sobre todo por qué la perra llevaba dos cachorros lo que lo hacía más difícil, si era uno solo podrían buscar la forma de ayudarla pero al ser tan pequeña su cuerpo no podría con todo, sumando los problemas que ya tiene, está noticia golpeó duramente el rubio, no es como si no supiera que este momento llegaría pero se había mentalizado que tendría más tiempo de estar con ella, adelantar la fecha de parto le parecía una decisión repentina y aún que Mesut lo consolaba y trataba de hacerlo sentir mejor pero nada lo ayudaba, por momentos parecía enojado, luego triste y a veces no sentía nada, sus cambios de humor habían afectado a su rendimiento en el equipo.

Por otro lado se encontraba iker, quien había vuelto a hablar con Xavi, sus intentos de alejarlo flaquearon al verlo llorar, se debían una charla en persona,  por el momento habían intercambiado mensajes y llamadas, gran parte de sus días libres se desperdiciaba en el blaugrana y se odiaba a si mismo por hacerlo sufrir, odiaba estar distanciado de él, no poder besarlo, abrazarlo, tocarlo, necesitaba tenerlo cerca, reponer su error y buscar nuevamente un equilibrio entre Xavi, Sara y el real Madrid, se sentía tan patético, como si viviera muchas vidas a la vez y en ninguna podía ser feliz, necesitaba tanto hablar con Sergio y contarle todo lo que le ocurría, desahogarse, pero Ramos siempre lo rechazaba y lo hacía sentir aún más miserable, esto hizo que cierto rencor creciera en él.

- Vuelvan a sus posiciones pero está vez intenten jugar mejor- dijo Iker y la mayoría obedeció, menos el mismo de siempre.

- Jodete, tú no vas a decirme lo que tengo que hacer- contestó prepotente y demás rodaron los ojos.

- Sergio, solo haz caso- le dijo Joselu ya molesto por tantas discusiones e indirectas que nadie entendía.

- Eres un problema tío, nunca podemos hacer nada por tú culpa- le dijo Iker, enganchandose en la discusión, se suponía que el resto quería detenerlos pero Alonso no pudo contener sus molestias para con el portero, y es que Xabi había acompañado a los capitanes durante gran parte de sus carreras, no es un idiota, sabe por qué están distanciados, siempre ha sido así, incluso en la roja, Iker es muy amigo de los culés, Sergio es más merengue que el propio escudo.