El arte de Ser

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Luego de una cena muy entretenida donde charlaron y bromeado en un español muy bruto, llego la hora de dormir, ambos estaban bastante cansados, aún más Ramos que llevaba unas cuantas copas de más, Sergio no tenía propiamente una habitación de invitados, incluso con una casa tan grande como la suya, no le es necesario de todas formas, casi nunca invitaba gente a su hogar y si lo hacía debían dormir en el sillón,que teníe en la sala de estar, nunca le importaba demasiado la comodidad de sus invitados, si alguna mujer llegaba a su casa, casi siempre se iba o se quedaba a "dormir" con él para después no verla nunca más, Sergio no es un hombre que se comprometa demasiado pero en esta ocasión las cosas habían cambiado un poco, no era una mujer cualquiera que encontró en algún bar por Madrid, no podía poner a Mesut al mismo nivel que esas mujeres, si le importaba su comodidad pero no iba comprometerlo a dormir con él por que sabe como es el turco, a Sergio no le gusta nada la sala de estar, es grande y fría, odia ese sillón, es muy duro e incomo, solo lo compro porque le parecía imponente, decía que encajaba con su personalidad, ¿qué clase de monstruo comprometeria a una persona a dormir en ese lugar?, él, desde luego, quizás no con Özil pero ya había mandado a otros jugadores a esa condena, como a Cristiano, que después de tener una terrible noche, tuvo un pésimo desempeño en un clásico, el portugués lo acusaria con Mourihño y mister, a sorpresa de todos, creyó la excusa de Ronaldo y por dejar a la estrella de equipo durmiendo en un sillón asqueroso, Ramos tuvo que juntar los materiales usados en los entrenamientos, una eterna semana, así que, cuando le cedió su habitación al turco, le pidió solemnemente una cosa, que no se lo dijera al resto del equipo, pesé a su cortesía, todavía debe guardar las apariencias.

Luego de despedirse de Sergio, Mesut subió las escaleras en dirección al baño, se cepillo los dientes y cambió su ropa, Ramos le presto un pijama extra que tenia guardado por ahí, de cuando él era aun más joven, con menos masa corporal , con un terrible corte de pelo y con un estilo que tiraba más a delincuente juvenil que a promesa del fútbol, por todas estas razones no le sorprendió nada ver un pijama tan feo, era rojo brillante con estampados de "SR4" por todos lados, pero era lo único que le quedaba más o menos de su talla, además solo lo usaría una vez y nadie, que no sea Sergio, seria testigo de esa cosa espantosa.

En contraste con su atuendo chillón, la habitación del Español era más tranquila, con colores neutros y poca decoración, una de las cosas que sorprendió a mesut fue ver lo ordenado que estaba el lugar, también lo descolocó mucho el fuerte olor que había en esa habitación, no es un mal olor, simplemente huele muchísimo a Sergio, como si hubiera vaciado una botella entera de perfume, el rubio siempre es muy coqueto, se perfuma y cuida mucho su apariencia, a Özil lo vuelve loco ese dulce aroma, si dudar se tiro de panza a la gran cama de Sergio y las sábanas hicieron "puffff" soltando aún más ese olor, estaba en el paraíso, sonreía inconscientemente mientras daba vueltas por la cama, todo había salido increíble esta noche, se sentía lleno de felicidad, el gesto que Ramos tuvo con él lo hizo feliz, no se avergüenza de ser musulmán pero no es algo que este bien visto, ya en Alemania tuvo que soportar muchas burlas, críticas e insultos solo por ser creyente, jamás nadie se había tomado ni un segundo en entender el Corán, solo se limitaban a creer que era un terrorista despiadado y que explotaría en cualquier momento, el simple hecho de poder compartir algo tan íntimo con Sergio lo llena de orgullo, hoy el defensa lo hizo sentir como un tontos enamorado, aún que el gesto de la cena le encantó, pensaba, mientras se acomodaba debajo de las sábanas, que su momento favorito fue la clase de cocina, poder sentir a Sergio tan cerca, como le susurraba al oído, como descansaba las manos sobre sus caderas, sin quererlo, poco a poco, entre los recuerdos y ese adictivo aroma, comenzó a sentir cosquilleos en el cuerpo, por primera vez no se privó de sentir, bajo su mano izquierda hacia su entrepierna, cerró fuerte los ojos y se dejó llevar, revivió una y otra vez, esas ocasiones donde vio desnudo a Ramos, cada ocasiones donde seo besarlo, cada toque, cada palabra, lo intentaba evitaba, pero la carne es débil, todo del rubio lo provoca, su espalda ancha, sus labios, su mirada desafiante, sus enormes manos, esa actitud descarada pero dulce, le gustaba, incluso con apariencia de delincuente, recordó que la ropa de llevaba no era suya y con vergüenza sacó su pene del pantalón ajeno, no quería ensuciar nada, con total libertad continuo con su delirio por unos minutos, que fueron eternos para un corazón enamorado como el suyo , su pecho subía y bajaba, de su boca escapaban pequeños gadeos, palabras inteligibles, una corriente recorrió su cuerpo y finalmente se vino, aún dentro del extasis comenzó a reír por lo bajo, se sentía libre, era una locura, hacer eso, masturbarse pensando en un hombre, en su compañero de equipo, aún que la alegría le duró poco, claramente era una locura, ¿como podía hacer algo así?, ¿pecar pensando en un hombre?.

- No, no, no, no ¿que hacer?- susurro mientras se paraba y casi corriendo iba al baño, necesitaba lavarse las manos, no podía creer lo que acababa de hacer, una parte de él, culpaba estas acciones, a la abstinencia, desde que llegó a España no hizo nada más que entrenarán, quizás si hubiera estado con una mujer esto no hubiera pasado, se mojó la cara con agua fría intentando despejar sus ideas.

Sentía la boca seca y sin pensarlo mucho, después de recuperar la compostura, bajo a la cocina, pasando por la sala de estar, vio a Sergio medio muerto en el sillón, con la mitad del cuerpo en el piso, estaba babeando y las almohadas estaban tiradas, trato de acomodarlo pero su conciencia no se lo permitió, se limito a subir nuevamente a su cuarto, sabe que nada es para siempre, algún día volverá con su familia, algún día morirá y sabe que solo le queda un merecido castigo eterno, con mucha pena, se ubicó en medio de la habitación, mirando hacia la kaaba, la casa de dios, y comenzó a orar, necesitaba pedir disculpas, arrepentirse de lo que hizo, no respetar el ayuno, pecar por un hombre, estuvo haciendo esto durante horas y cuando el cansancio le ganó, se negó a dormir en la cama de Sergio, tomo una almohada y una sabana, se tiro al piso y trató de dormir, lloraba, no quiere ser una deshonra, no quiere desobedecer a su padre, que su madre lo desprecie, odia ser así, sentir eso, no poder controlar sus impulsos carnales, odia ser un "maricon" pero sobre todas las cosas odia no poder odiar a Sergio Ramos.