Capítulo 01.

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"Tienes que morir unas cuantas veces antes de que realmente puedas vivir"~ Bukowski

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"Tienes que morir unas cuantas veces antes de que realmente puedas vivir"~ Bukowski.

Sólo tú.

A veces la vida nos enseña que no importa cuánto tiempo pase, la herida sigue doliendo como el primer día, es una herida tan profunda que es imposible de sanar y que sin importar nada, la única forma de sanarla es enterrando la misma daga.

El destino nos arrebata a quienes más amamos y nos enseña que cuando perdemos a esa persona amada, no existe nadie que pueda ocupar su lugar pues deja un vacío tan grande que es imposible llenarlo con migajas.

Cuando era niño, mi vida se había resumido en la perdida de mis padres, ellos se habían marchado y me habían abandonado como a un maldito perro sin sentimientos, traté de entenderlos durante años, quizás habían sido demasiado jóvenes cuando llegué a sus vidas o no estaban preparados para la paternidad, sin embargo, con el tiempo entendí que habían sido unos malditos egoístas que se habían largado por perseguir sus propios sueños.

Dejé de sentirme culpable por ello, yo no habia sido el culpable de sus malditas decisiones egoístas, yo no era el culpable de que se hubiesen largado para vivir "la buena vida", sí, les guardaba un profundo rencor, porque gracias a ellos, mi capacidad para amar se había reducido a nada y las palabras de mi madre, siempre dolían "No mereces ser amado, eres algo que solo llego a destruir todo a su alrededor".

<<Quizás esa es la razón por la que la vida me arrebató a la única mujer que he amado>>

El dolor de la perdida habia estado presente en mi vida desde que tenía memoria, pero nunca una perdida me dolió tanto como para no tener nisiquiera ganas de levantarme por las mañanas o de respirar por las noches.

—Big King, Monster... solicitamos permiso para despliegue ... —musitó Giandrick.

—Objetivo en la mira, solicito permiso para proceder—murmuró Archie.

Miré por un segundo a mi compañero, quien asintió sin decir una sola palabra, entendíamos nuestros pensamientos sin decirlos y quizás eso se debía a la gran cercanía que ambos teníamos.

—Big King en zona Norte, autorizamos despliegue.

—Copiado, coronel—contestó Hunter.

Un par de escuadrones se desplegaron en la plaza principal de la Magna ciudad de Washington, pude ver a lo lejos como un par de hombres caminaban como si estuvieran charlando de algo simple, pero nosotros sabíamos que uno de ellos estaba comprando "mercancía".

Argán Jr. uno de los cabecillas de la trata de personas, se encontraba frente a nosotros, lo habíamos perseguido durante meses y nuestra estrategia había culminado en el momento que nuestros hombres le habían hallado la pista mientras se escondía en la Gran Unión, para ser uno de los bastardos más grandes, era demasiado idiota.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora