Capítulo 85.

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De cacería

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De cacería.

"En tiempos de guerra la gente se transforma en toda clase de cosas. El destino de cada cual se enloquece."~YASUNARI KAWABATA


Muchas veces el destino nos pone en caminos diferentes, donde nos damos cuenta de que realmente estamos completamente solos y que no podemos avanzar más allá de lo que nos permite la vida, nuestro corazón muchas veces se cansa de recibir tantos golpes que de repente deja de sentir todo aquel dolor que se acumula en un momento.

Cuando la vida se vuelve completamente monótona y entra en una etapa de nulidad, es completamente imposible salir de ella, nos damos cuenta de que no estábamos realmente preparados para todo lo que el futuro nos deparaba y que aunque quizás estamos a salvo pronto esa seguridad que teníamos se acabará por completo.

Nos damos cuenta de que realmente debíamos disfrutar las pequeñas cosas que ocurrían en nuestra vida, nos damos cuenta de que la vida es tan corta que es imposible poder entender todo lo que ocurre a nuestro alrededor, todo se vuelve completamente pequeño y es imposible poder tener un buen sentimiento en nuestros corazones.

Para nadie es fácil perder a quien más ama, para nadie es fácil poder superar lo que viene después de un luto o la pérdida de alguien, a veces la muerte llega tan repentinamente que es imposible darnos cuenta del momento en el que entra en nuestras vidas, o más bien nos arrebata a esta.

Mi madre siempre me había dicho que la muerte no era simplemente para la persona que dejaba el plano terrenal, sino también para todas aquellas personas que tenían que quedarse durante el resto de sus vidas extrañando y deseando que esa persona estuviese a su lado. Mi mamá siempre me dijo que debíamos estar preparados para el momento en el que la muerte llegara a azotar nuestras vidas, no se referían sólo a la muerte que podía llegar a ellos, sino a todas las personas que podía amar en mi vida.

Quizás era un poco pesimista en que lo único que teníamos seguro en la vida era la maldita muerte, pero era algo cierto porque realmente el ser humano es lo único que tiene seguro y sin embargo es lo único que no puede controlar. Es realmente horrible tener que ver morir a las personas que amas, pero es parte de la naturaleza humana y tarde o temprano llegará para azotar nuestras vidas.

Por eso debemos disfrutar de las personas que amamos, tratar siempre de guardar recuerdos en nuestra mente como si fuesen fotografías completamente únicas, porque después de todo cuando las personas se marchen de la Tierra y quizás nuestro cerebro deje de recordar todos a quien amamos por la vejez, lo único que quedará, será lo que nuestro corazón más conservo en nuestros recuerdos, esas fotografías que tomó sin que nosotros nos diésemos cuenta.

Cuando llegue el final de nuestras vidas lo único que recordamos es el amor que sentimos durante todo ese tiempo, hayan sido pocos años o hasta la vejez, lo único que recordamos y que podremos llevarnos en este plano terrenal es el amor que sentimos en nuestros corazones, sea por nuestra familia cercana o por nuestros amigos, incluso ese amor que nos volvió completamente locos, un amor que fue tan hermoso que perdurará por el resto de la vida.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora