Trampas.
"Di de vez en cuando la verdad para que te crean cuando mientes." ~ Jules Renard
Dicen que muchas veces el universo conspira a nuestro favor, nos deja conocer lo bueno de la vida para que podamos amarla y recordarla en los momentos en que verdaderamente necesitemos aliento, por alguna razón siempre existen momentos en los que la desesperanza llegará a atacar todo lo que tenemos a nuestro alrededor y acabará con aquello que amamos con toda nuestra alma.
Muchas veces la vida no es como nosotros la planeamos, nos sorprende un día y todo lo que hemos construido desaparece como si fuese una bola sin sentido, toda la vida que hemos construido alrededor de nuestros años en la existencia en la Tierra desaparece y nos damos cuenta de que nuestros cimientos eran tan débiles que era claro que con cualquier ventarrón iban a desaparecer, sin embargo tratamos de aferrarnos a aquello que nos hace bien, que nos hace sentirnos felices.
En la vida siempre existen pruebas, pueden ser pruebas pequeñas que nos hacen conocer el verdadero valor que tenemos en nuestro corazón, nos damos cuenta de que realmente no importa lo que hagamos, puede que todo lo que hayamos construido en nuestra vida se derrumbe de repente y no encontremos un solo motivo para poder continuar, sin embargo aquello que hay en nuestro corazón es lo que puede hacer que continuemos viviendo.
Cuando creía que no merecía ser amada, cuando creía que debía conformarme con malos tratos y una persona que simplemente me buscaba porque alimentaba su ego o que no merecía más que un hombre que me follara sin amor, llegó Conall a romper todas esas barreras que me hacían sentir completamente ensordecida, llegó para demostrarme que el amor es algo tan bello que no puede expresarse con palabras, que es tan único que realmente no importa lo que ocurra a nuestro alrededor, el amor es capaz de destruir todo lo que esté en nuestra contra.
Él había llegado en un momento en el que creía que mi vida se encontraba completamente estable y que no necesitaba nada más para sentirme viva, creía ciegamente que esa era la vida que yo deseaba y que necesitaba para sentirme bien, que no me importaba absolutamente nada más sí tenía un trabajo y un hombre que me follara, pero estaba realmente equivocada, porque Conall era eso que había necesitado durante tanto tiempo para poder sentirme realmente viva, para poder sentir que sin importar nada yo era una persona que merecía el amor.
Conall era como un torbellino, había llegado a destruir mi casa de paja para que pudiese construir un hogar realmente fuerte a mi alrededor, con cimientos fuertes que no se destruyeran al primer ventarrón y que se mantuvieran firmes aunque una tormenta azotara. Él era eso, mi seguridad, mi todo, mi vida. Se había convertido realmente en aquello que anhelaba y que deseaba cada momento de mi vida, que no importaba el tiempo que pasara seguía amándolo como la primera vez que lo había visto.
Quizás no era el único hombre al que había amado, pero él lo sabía y no le molestaba en lo absoluto que hubiese estado también con su mejor amigo, Conall me amaba de todas las formas posibles Y me dejaba amarlo tanto como mi corazón quería. Todo lo que habíamos vivido, toda nuestra relación era algo que nos había llevado hasta ese momento, el momento en donde estábamos completamente seguros de que nos amábamos y de que sin importar nada, si mil tormentas nos azotaban estaríamos completamente firmes para afrontarlas y no dejarnos vencer, estábamos completamente renovados para poder enfrentarlas tomados de las manos para no dejar que el otro sucumbiera en el abismo.
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Sólo tú. Mi dulce tormento.©
AcciónLa mujer salvaje se levanta como un fénix de las cenizas de su vida, para convertirse en la heroína de su propia leyenda - Shikoba . . . Un año y nueve meses desde el último adiós a Keylani, la mujer que se convirtió en leyenda, pero que por azares...