Capítulo 48.

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Elijah Vallarelli

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Elijah Vallarelli.

"La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado." ~Gabriel García Márquez


Todos los humanos siempre desean la felicidad, existe una obsesión por ser felices, buscamos diferentes atajos para lograr ese sentimiento de felicidad "Disfruta con esto y conseguirás la felicidad rápidamente". Pero la felicidad no es eso. La felicidad depende del sentido que cada uno de nosotros le damos a nuestra vida.

Mi padre siempre me había dicho que el mundo había perdido completamente el sentido de la vida, el ser humano sustituyo el sentido de la vida por sensaciones. Esas sensaciones que son completamente materiales, que no realizan realmente el papel de un sentido a la vida, sino son cosas banales que creemos llenan nuestra alma pero no lo hacen.

No todo tiene por qué ser malo, pero es autodestructivo cuando sustituye el verdadero sentido de la vida. Los japoneses lo denominan "Ikigai", es ese sentido que uno le da a las cosas, es el sentido que le damos a nuestra vida para tener la felicidad que realmente anhelamos, no es simplemente tener un objeto banal que nos haga sentir supuestamente felices, es darle el sentido a nuestra vida para continuar con esa felicidad durante mucho tiempo.

La vida no siempre es perfecta, porque todos atravesamos tormentas que realmente no podemos controlar, en algún tema de nuestra vida, todos tienen un sufrimiento constantemente por algo: Como seres humanos siempre hay algo que nos preocupa y esas batallas nos marcan. Sin embargo lo importante de esas batallas es como vamos a lidiar con ellas, porque eso es lo que marca lo que nosotros conocemos como la felicidad, es conectar eso bueno que nos pasa en nuestro día a día pero también eso malo que sucede a cada instante de nuestras vidas, esas batallas que libramos sin siquiera saberlo y que nos marcan de una u otra manera, la felicidad consiste en ello, no es tener una vida perfecta, sin ningún problema o sobre una cama de rosas, la felicidad es lograr tener todo en equilibrio, ver lo bueno en lo malo y lo malo convertirlo en bueno.

A veces la vida nos regala estados de plenitud, en donde sabemos que las necesidades que como seres humanos tenemos están totalmente cubiertas y no queremos nada más para ser felices, nos damos cuenta que no importa el sufrimiento que estemos viviendo se puede ser feliz ya que se conecta la pequeña felicidad que habita en su vida con lo malo que puede estar ocurriendo en su día a día, esas pequeñas cosas muchas veces son el antídoto para el sufrimiento, y muchas veces esas pequeñas cosas son el amor.

Mi madre siempre me había dicho que el mejor antídoto para el sufrimiento es el amor, y saber que no estás solo, no soledad que tú buscas porque hay veces que como seres humanos buscamos estar solos, quizás para poder controlar más nuestras emociones o apagar nuestro cerebro por unos minutos de todo lo que nos rodea. El amor es el antídoto para el sufrimiento cuando tenemos esa soledad que no es buscada, es tener nuestro pequeño lugar seguro en dónde vamos a saber que no importa qué tan solo estemos o cuántas tormentas estemos atravesando, vamos a tener ese apoyo en donde no será necesario decir palabras, tendremos el completo apoyo de quienes amamos y nos ama. Es tener ese lugar seguro con una persona que nos escuchará no nos juzgará y que nos entenderá, que realmente nos hará sentir mejor con el simple hecho de contar lo que está ocurriéndonos, son esas personas vitamina que realmente nos ayudan a crecer y que nos hacen sentir que la vida realmente tiene sentido.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora