Capítulo 67.

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Decisiones del pasado

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Decisiones del pasado.

"El único encanto del pasado consiste en que es el pasado." ~ Oscar Wilde.

Hay veces en la vida que definitivamente no estamos preparados para las tormentas que nos acechan, veces en las que no estamos completamente seguros de poder pararle frente a todo lo que nos acecha. La vida muchas veces es una real jodida que no nos avisa de el momento en el que decidirá que se jodera todo completamente.

Nosotros no podemos tener el control de las decisiones de las demás personas, incluso aunque estas decisiones nos afecten personalmente a nosotros, pueden ser decisiones que no tienen mayor relevancia en nuestras vidas pero otras fueron tomadas en el pasado y repercuten en el presente de cada uno de los afectados. Pero la vida es así, no podemos hacer mucho para controlarlo, hay veces en donde el control sale de nuestras manos y realmente no podemos hacer nada para cambiar la situación.

Pero hay otros momentos en donde las estrellas se alinean a nuestro favor, esos momentos donde a pesar de que estoy ocurriendo una tormenta, las personas a quienes amamos están a nuestro lado, sostienen nuestra mano sin soltarla y sin darnos tregua para deprimirnos a nosotros mismos. Como mi abuela siempre decía las personas que están a nuestro lado son aquellos que merecen estarlo, la vida siempre nos pone personas que van a alimentar nuestra espiritualidad o de alguna forma nuestra alma, que vayan a aportar agua en nuestra vida y aleja a aquellos que son una basura en esta.

Quizás por ese motivo jamás había querido buscar a mis padres, jamás me importó retomar esa relación que ellos habían dejado en el pasado para poder seguir con una vida de adolescentes, ellos habían tomado su decisión de alejarse de mí y de tomarme como un estorbo, yo había decidido hacer lo mismo para ellos y quizás era algo egoísta considerando que eran mis padres, pero a ellos no les había importado dejarme completamente solo a la deriva de todo el mundo que yo no conocía.

Crecí con mi abuela y mi tío, ambos me guiaron por el camino del bien. Tomaron mi mano en ese estrecho camino que se convertía cada vez en algo más sórdido y lleno de cosas que quizás para muchos eran demasiado. Ellos me habían ayudado a conseguir mis metas y mis sueños, todo hacerlo por mí mismo y lograr escalar a niveles que muchas personas no logran.

Mis padres me habían abandonado cuando era un niño y por esa razón siempre creí que jamás podría amar a alguien o que alguien podría amarme a mí, pero todos esos miedos habían desaparecido cuando mi muñequita había llegado a mi vida, ella era el ser de luz que iluminaba mi vida cada uno de mis días y quien incluso en su ausencia, era la única capaz de ser mi motor para seguir adelante.

Me había dolido demasiado que mi mejor amigo nos abandonara y que de un momento a otro, apareciera con quienes en ese momento eran nuestra mayor competencia. Pero de alguna forma estaba acostumbrado a que todas las personas que amaban en un momento se fueran y alejaran de mi vida y aunque dolía yo también tenía que ser fuerte para Key, pues ella también había perdido a una persona muy especial para su vida.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora