Capítulo 31.

210 20 17
                                    

Soldados con Honor

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Soldados con Honor.

"Las batallas se pierden con el mismo espíritu con que se ganan."~Walt Whitman

Cuando menos lo pensamos la vida nos puede poner en situaciones que nos enseñan el valor que tenemos como personas, en donde aprender a amar es algo importante donde todo pierde sentido y donde el valor de cada uno se mide por la valentía y la bondad de su corazón.

Cuando era pequeña siempre recuerdo que mi madre me decía que el amor es algo que nace, que no se tiene que forzar y que si no sale natural significa que no es ahí, pero que si el amor fluye como un río, ahí es el lugar donde debes establecer todo tu futuro. Sí, somos humanos y nos equivocamos pero la mayoría de las veces el corazón es el único que no se equivoca.

Muchos piensan que los que toman decisiones con el corazón son los que normalmente fallan, pero en mi experiencia de vida y en la experiencia que mis padres me habían contado, quienes piensan con el corazón son aquellos que tienen un valor inigualable, que tienen bondad en su ser y que no se equivocan al tomar decisiones, pues el cerebro es impulsivo y toma muchas decisiones por el bien de sí mismo, el corazón por el contrario siempre va a tomar la decisión que sea mejor para mantener el bien común.

Amar no es un pecado, si lo fuera no se nos hubiese dado el ultimo mandamiento en donde debes amar al prójimo, el amor es el arte más bello que no puede ser expresado con palabras, es eso inefable que el ser humano posee para poder sentirse parte de algo, el amor es eso que podemos crear y moldear como nosotros deseemos, porque no existen reglas para crearlo ni tampoco para el momento en que decidirá aparecer.

Como siempre había dicho Romeo y Julieta es la excepción más no la regla, para amar no se tenía que seguir una ecuación y tampoco tenía que seguirse cuántos elementos podían estar involucrados, así que deberíamos ser conscientes de que en cualquier momento podíamos amar a la persona indicada sin saberlo y que cuando encontrábamos a la persona que amábamos estábamos completamente destinados a amarla eternamente.

Toda mi infancia crecí en una casa donde el amor era lo primordial, que a pesar de ser un enorme castillo en donde vivía se sentía como la casa más pequeña cuando estábamos juntos, porque ahí se conservaba el calor que nuestros padres nos brindaban. Siempre desee tener un hogar igual cuando creciera, poder compartir el amor con alguien que me correspondiera y me hiciera sentir viva con cada respiración, tal como mi padre hacía sentir a mi madre o mi madre a mi padre, me encantaba verlos porque ellos eran la descripción perfecta de una relación llena de amor, confianza y donde ambos estaban dispuestos a sacrificar el mundo si era necesario para salvarse entre ellos.

Así que si alguien me preguntaba, yo realmente quería tener a alguien que estuviese dispuesto a sacrificarlo todo por mí. Sin quererlo o sin buscarlo, habían llegado dos personas que yo amaba con toda mi alma y que estaba segura, me protegerían contra todo y contra todos. los amaba con toda mi alma y claro que estaba dispuesta a sacrificarlo todo por ellos, habían sacrificado incluso toda mi vida por protegerlos.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora