Capítulo 91.

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Una obsesión, una guerra

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Una obsesión, una guerra.

"Entonces, ¿de dónde vienen las ideas, las ideas salables? Vienen de mis pesadillas. No la variedad nocturna, por regla general, sino las que se esconden justo más allá de la puerta que separa lo consciente del inconsciente". ~ Stephen King.


Croacia. 23:30 hrs.

Dicen que en la vida algo que es realmente absurdo son las obsesiones que pueden existir de una persona a otra, porque ese tipo de obsesiones matan y hieren el alma son tan absurdamente asquerosas que no dejan que nadie pueda resistir el daño que hacen. Se vuelven absolutamente dolorosas.

Muchas personas están podridas por dentro, no les importa dañar a todo el mundo con tal de conseguir lo que ellos quieren y eso es realmente egocéntrico, pero para ellos eso está bien pues no les importa llevarse entre los pies a cualquiera que se atraviese entre su camino, no les importa si crean una guerra por su una simple obsesión o si asesinan a cientos de personas a sangre fría; para ellos todo eso es un simple daño colateral, para conseguir su maldito objetivo.

Muchas veces es imposible que miremos completamente todo lo que hay en nuestro alrededor, no nos damos cuenta de que existen peligros que están justo frente a nuestras narices o que hay personas que se disfrazan de corderos cuando son los lobos más feroces que no temerán en asesinar de un solo mordisco a la presa, son personas que están completamente trastornadas y a las cuales no les interesa el dolor que puedan causar.

Por eso mi madre siempre me había dicho que debía tener cuidado en quien confiaba, no importa qué tanto desnude su alma o cuántas veces me diga falsas palabras de amor, si su alma está podrida, sólo es cuestión de tiempo para que se quite la máscara y aparezca el verdadero lobo que se convierte en un monstruo para atacar a todos aquellos que confiaron en él.

Ella lo había vivido en carne propia cuando la persona en la que más confiaba, su nana, había resultado una maldita hija de puta que había asesinado a sus padres a sangre fría, una mujer que había estado completamente obsesionada con su padre y que había querido obtener venganza, la vida siempre es complicada en ese tipo de casos, cuando una obsesión se vuelve tan fuerte que es incluso mortal.

Esas obsesiones que llegan a un grado inhumano son las que provocan las guerras entre naciones, son aquellas que provocan dolor en personas inocentes que no tenían ni siquiera una oportunidad de escapar, esas guerras provocan dolor y pérdida, lluvias de sangre que se convierten en una completa agonía para todos aquellos que sobreviven.

Mi padre siempre había tenido en cuenta que todo se debía de arreglar con diplomacia, él no recurría al uso del ejército hasta que no hubiese entablado una conversación con los malditos desgraciados que se empeñan en joder la vida, pero él también sabía que en el momento en el que ellos se negaran a llegar a un acuerdo y la diplomacia fallaba, se debía de empezar una guerra.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora