Capítulo 15.

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"Al fin y al cabo, todos somos seres humanos, y la gente tiene sus luchas y sus demonios internos"

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"Al fin y al cabo, todos somos seres humanos, y la gente tiene sus luchas y sus demonios internos". Jessica Origliasso.

¿Quién eres?.

Hay veces que el dolor de la traición no nos deja procesar lo que ocurre, nos convertimos en máquinas incapaces de asimilar las situaciones que acontecen y en su caso de entender los motivos de la traición de las personas que queremos.

Toda mi vida crecí dentro de una mentira, primero con una familia que solo aparentaba ser perfecta para ganar los elogios de su círculo social, después dentro de un maldito culto que había matado a mi hermanito y por último en los hogares de acogida, donde quienes me "adoptaban" solo buscaban beneficiarse con lo que les daba el gobierno.

Mi vida había estado cargada de mentiras, siempre me habían traicionado y abandonado de las peores maneras, realmente estaba acostumbrado a ello pero aun así, cada que alguien me mentía sentía que era una puñalada al corazón.

No debía sentirme tan mal cuando estaba acostumbrado a sufrir abandonos y en sus momentos a vivir en la desesperación que me provocaba el ser traicionado por quien le había entregado mi confianza, pero no era como el viejo dicho de <<Una raya más al tigre no se nota>>, para mi si importaba, pues me costaba confiar en las personas pero aun así seguía creyendo que existía un lado bueno en las personas.

La noche anterior me habia dejado pensando en demasiadas cosas, no entendía porque Vee seguía cerrándose a decirme lo que le ocurría o lo que sentía, no sabía si yo no le daba la confianza necesaria o si se sentía cohibida por alguna actitud mía, traté de no pensar mucho sobre ello durante toda la noche que la hice mía, pero inevitablemente, en la mañana la realidad me golpeo.

Al despertar, pude ver un tatuaje en su espalda, un tatuaje que estaba seguro solo portaba los pertenecientes al ejército Alpha, era un tatuaje que utilizaban ellos para ser identificados en caso de morir en el campo. Confiaba en ella y no buscaría información que no fuera la que ella me diera, era mi novia y debía tener sus motivos para no decirme lo que le ocurría. El tatuaje tenía grabado un apellido que apenas podía ser leído, pero era suficientemente claro para que yo pudiera descifrarlo.

<<Kim K.>>

<<Ese es el apellido de los ministros ¿Por qué Vee tendría tatuado el apellido de los máximos jerarcas?>>

Decidí no hacer mucho caso, hasta que sobre la mesita de noche vi unas pastillas y un diario que parecía ella estaba escribiendo, cuando estaba a punto de agarrarlo, me golpeé la mano a mí mismo, eso era desconfiar de ella y traicionar su confianza, si quería que me contara lo que le ocurría debía esperar a que ella lo hiciera.

Sin querer, me grabe el nombre de las pastillas, Txv28, no tenía idea de lo que eran pero quizás podría sacarme de dudas con alguno de los científicos, quizás ella tenía alguna enfermedad terminal y si era así, yo quería formar parte de su recuperación y ayudarla si lo necesitaba.

Sólo tú. Mi dulce tormento.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora