"Siempre que hablo contigo acabo muriéndome un poco más." ~ Frida Kahlo
Una nueva página.
Maddison.
La vida da muchas vueltas, nos hace darnos cuenta de muchas cosas que nosotros creíamos enterradas en el pasado, los sentimientos que nunca creímos tener por alguna persona se despiertan en los momento más idóneos y aunque a veces los fantasmas del pasado te persiguen, sabes que puedes hacer un exorcismo y borrar a esas mierdas que no te dejan ser feliz.
Desde que era una niña, recuerdo mi enamoramiento por Conall, un enamoramiento que nunca habia sido correspondido por él a pesar de que cuando éramos pequeños nuestras madres nos habían presentado, quizás él no lo recordaba pues habia decidido borrar todo recuerdo de su madre, pero yo si lo hacía porque desde el momento en que lo habia visto con ese traje de marinero me habia quedado completamente idiotizada de él, no me importaba que él no me volteara a ver, con el simple hecho de verlo me era suficiente.
Me conformé con verlo de lejos durante toda la academia, lo vi crecer y volverse un hombre tan guapo que no tenía comparación con nadie más, su mirada gris como la tormenta eléctrica más poderosa hacía que todo mi cuerpo temblara ante él y tontamente nunca pude olvidarlo, incluso después de que se marchó para perseguir su sueño.
Arniel volvía loca a mi mejor amiga, Selene. Ella y yo nos habíamos criado juntas desde pequeñas, habíamos estado unidas desde que teníamos uso de razón y era imposible que ambas no nos enamoráramos de esos dos adonis que nos robaban el aliento. Arniel era guapo, pero en su mirada no habia esa ferocidad que me encantaba de los ojos de Conall.
Ambas nos habíamos reservado para ellos, habíamos tratado de mantener nuestros cuerpos intactos desde que supimos lo que era el sexo pues queríamos que ellos fueran los primeros. No logramos conquistarlos en la academia y en nuestra llegada al ejército, tampoco lo habíamos logrado, pues parecía que ellos eran inmunes a nuestro encanto.
Lo habíamos intentado una y otra vez, pero las palabras de todos los que se habían dado cuenta de nuestras intenciones habían sido "No lo intenten, ni mil de ustedes podrían ocupar el lugar que dejo ella, así que mejor búsquense alguien más accesible, ellos no van a tener nada con ustedes".
No entendíamos quien era ella, cada que preguntábamos nos mandaban a la mierda diciendo que si no conocíamos de quien hablaban nisiquiera se nos ocurriera abrir la boca para mencionarla. Estábamos enteradas de todo lo que acontecía en sus vidas, pero ninguna de las dos habia logrado averiguar quién era ella, o cual era la historia que todos los cercanos a ellos conocían.
No nos daríamos por vencidas, así tuviésemos que pisotear un fantasma inexistente, lograríamos que esos hombres fueran nuestros y que solo nosotras ocupáramos sus mentes, yo amaba a Conall y ella a Arniel, ambas estábamos dispuestas a todo por ellos.
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Sólo tú. Mi dulce tormento.©
AçãoLa mujer salvaje se levanta como un fénix de las cenizas de su vida, para convertirse en la heroína de su propia leyenda - Shikoba . . . Un año y nueve meses desde el último adiós a Keylani, la mujer que se convirtió en leyenda, pero que por azares...